Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- La agencia Standard & Poor´s (S&P) cambió de estable a negativa la perspectiva de calificación para Petróleos Mexicanos
(Pemex), como reflejo del riesgo de que el cambio en políticas públicas dirigido a reducir la participación privada en el sector energético pueda aumentar los pasivos contingentes del soberano.
La calificadora señaló que “revisamos la perspectiva de Pemex a negativa de estable tras una acción similar sobre el soberano”, en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). “Revisamos nuestra evaluación del perfil crediticio individual de Pemex a ‘b-‘ desde ‘bb-‘ debido al continuo deterioro de los perfiles de riesgo de negocio y financiero de la empresa que ha comprometido la recuperación de sus principales líneas de negocio”.
Indica que el plan financiero de Pemex es insuficiente en cuanto a inversión de capital, y refleja que la estrecha relación entre la empresa y el gobierno federal se mantendrá sin cambio durante los siguientes años.
La agencia esperaba que Pemex implementara diversas iniciativas estratégicas para mejorar la salud de sus operaciones, particularmente mediante asociaciones de inversión con socios privados.
“Bajo nuestro escenario base, asumimos que la empresa lograría contener el descenso en la producción de petróleo crudo y que esta se estabilizara en poco menos de 1.90 millones de barriles diarios (mbd). También indicamos que un factor clave que respaldaba era la comparación favorable con sus pares de la industria en términos de escala, volumen de reservas probadas y volúmenes de producción”.
Standard & Poor´s explica que el ajuste a la baja se debe a dos factores principales: un desempeño de la empresa que ha estado por debajo de las expectativas y el plan para restaurar los fundamentales crediticios, el cual tiene un alcance limitado, particularmente para atender algunos de los riesgos de negocio y financieros en el largo plazo.
Además, Pemex enfrenta un volumen de producción muy bajo de solamente 1.62 mbd a enero de 2019. A los cual se agrega la continua pérdida de eficiencias operativas tiene al sistema de refinación nacional operando a menos de 40% de su capacidad instalada.
De esta manera, los datos evidencian las débiles condiciones de la base de activos de Pemex, que ahora podría requerir inversiones multianuales de por lo menos 20,000 millones de dólares por año para evitar un mayor deterioro.
“Confirmamos nuestras calificaciones en escala global de ‘BBB+’ en moneda extranjera y de ‘A-‘ en moneda local, así como las calificaciones crediticias de emisor en escala nacional de largo y corto plazo, de ‘mxAAA’ y ‘mxA-1+’, respectivamente, y deuda de ‘mxAAA’. La perspectiva en escala nacional es estable”.
S&P confirmó las calificaciones crediticias de emisor en escala global en moneda extranjera de ‘BBB+’ y moneda local de ‘A-‘ de las subsidiarias de Pemex.
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