Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy) México aumentaría sus recursos prospectivos de hidrocarburos en dos mil millones de barriles de petróleo crudo, de acuerdo con la Actualización Anual del Plan Quinquenal de Hidrocarburos 2015-2019, que agregó 66 nuevas áreas terrestres y costa fuera, con lo que se adiciona una superficie de 39 mil kilómetros cuadrados.
La exploración, explotación y aprovechamiento de estas zonas será posible con el reforzamiento de la entrada de nuevos participantes para complementar los esfuerzos de Pemex y mantener el ritmo de las licitaciones petroleras establecidas en el Plan Quinquenal, sostuvo el titular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Colwell.
La actualización de dicho plan -que contó para su elaboración con el apoyo técnico de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, derivado del continuo proceso de análisis de la información geológica y geofísica-, indica que estas nuevas áreas son la Cuenca de Salina así como en la Cuenca de Cordilleras que incluyen los estados de Coahuila y Nuevo León, así como en la cuenca salina, cordilleras mexicanas y en aguas profundas del Golfo de México.
De esta manera, el nuevo Plan Quinquenal pasa de 239 mil kilómetros cuadrados a 262 mil 408 kilómetros cuadrados, así como de 42 mil 681 a 43 mil 261 millones de barriles de crudo equivalente de recursos prospectivos.
Bajo este panorama, el secretario de Energía aseguró que “la Reforma Energética impulsada por el Presidente de la República ha hecho posible contar con un régimen jurídico que permite ajustarnos a un entorno competitivo y reaccionar estratégicamente ante la volatilidad de los mercados”.
Al respecto comentó que la primera Convocatoria de la Ronda Uno lanzada en diciembre de 2014, en ese año el precio de la mezcla mexicana de petróleo empezó a caer precipitadamente hasta que a principios de 2016 llegó a 19 dólares el barril, el nivel más bajo registrado en la última década. A pesar de estos obstáculos, hoy tenemos una nueva industria mexicana de hidrocarburos en plena consolidación.
“Imposible que toda esta colosal inversión venga únicamente del estado, implicaría un enorme impacto sobre la deuda pública del país, o postergar inversiones gubernamentales que deben de canalizarse a la atención de necesidades inaplazables”: Pedro Joaquín Coldwell
“La apertura energética mexicana ha mostrado ser resistente a los vaivenes nacionales e internacionales. Los dogmas ideológicos que aplazaron la Reforma Energética por años, habían impedido responder oportunamente ante grandes desafíos como la caída en la producción de hidrocarburos, la pérdida de divisas, de inversión y de empleo”.
Recordemos una vez más que desde 2004 que inició la de declinación de Cantarell, la producción de hidrocarburos ha llegado a ser de poco más de un millón de barriles menos por día, refirió.
Ante esta nueva realidad México tiene la necesidad apremiante de recuperar los ritmos de producción que tuvo en el pasado en materia de crudo y de gas. Y es que de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, para recuperar en 2040 la producción de 3.4 millones de barriles alcanzados en 2004, el país requiere invertir cerca de 640 mil millones de dólares en infraestructura y actividades de exploración y extracción.
“Imposible que toda esta colosal inversión venga únicamente del estado, implicaría un enorme impacto sobre la deuda pública del país, o postergar inversiones gubernamentales que deben de canalizarse a la atención de necesidades inaplazables”.
“Por eso requerimos del concurso de la inversión privada para que complemente y amplifique los recursos, las capacidades financieras, técnicas y operativas que Pemex destina a las actividades de exploración y extracción para recuperar nuestra producción. Además de aumentar la inversión, se requiere también diversificarla, incursionar en todo tipo de proyectos desde campos en tierra hasta proyectos de alto riesgo, complejidad tecnológica en aguas profundas”.
Como lo señalan las proyecciones estimadas por la Agencia Internacional de Energía hacia 2025, el 27 por ciento de la producción de crudo en el país, deberá provenir de cuencas terrestres que aportarían en el mediano plazo unos 700 mil barriles al día.
Aunado a la actividad en tierra, debe de propiciarse el desarrollo de campos en aguas profundas y aguas someras para incorporar producción en el largo plazo, en particular en 2025 los proyectos en aguas someras deberán tener un mayor peso en la plataforma productiva del país con cerca del 58 por ciento, es decir, un millón 500 mil barriles diarios, lo cual solo será posible si continuamos implementando el Plan Quinquenal.
Bajo esta visión es preciso enviar señales de certidumbre e institucionalidad, por ello “el compromiso en la Secretaría de Energía ha sido institucionalizar las licitaciones a través del Plan para que bajo esta nueva lógica de competencia y de apertura, las rondas trasciendan los ciclos electorales y obedezcan exclusivamente a la política energética que México demanda y seguirá demandando en el porvenir”.
Programa Quinquenal Dic 2017 by Pedro Mentado on Scribd