El gobierno federal ordenó a Pemex tomar el control temporal de una planta de hidrógeno de la francesa Air Liquide ubicada dentro de una de sus refinerías más grandes.
En un decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no especificó cuánto duraría la ocupación ni cómo se compensaría a la empresa francesa.
Cabe recordar que a partir de la entrada al poder del ejecutivo, se reforzó el control estatal sobre el mercado energético con dicho decreto; donde declara “una cuestión de interés público” el suministro de hidrógeno.
El decreto establecía que la planta de hidrógeno operada por Air Liquide debería ser ocupada “inmediatamente” por el TRI, el brazo refinador de Pemex.
De acuerdo con Julia González, abogada especializada en energía, declarar un activo “un asunto de interés público” estaba a sólo un paso de la expropiación, pero que no podía resultar en una expropiación. “No es el primer caso así”, añadió. “Recordemos lo que pasó con los ferrocarriles”.
Según información de agencias, México depende de terceros para el suministro de hidrógeno, lo que según el gobierno “pone en riesgo la producción de gasolina y diésel”.
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