Escrito por: Opinión, Ramsés Pech

Transición energética, algo obsoleto en 2022

transición

La transición energética está en la agenda de todos, pero no en la cartera de todos para lograrla. Quedó demostrado que, las naciones dependen de los combustibles fósiles; y aquellos países con bajo PIB per cápita , tendrán un muy lento cambio a energías menos contaminantes

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech Architects

El mundo se preocupa por el daño ocasionado al entorno natural a nivel mundial, culpándose del incremento de la temperatura que hoy ocasiona el cambio climático; que deriva en afectaciones a poblaciones, países y regiones, ante las adversidades que el hombre no puede controlar y que representan una cantidad de peculio no contemplado en el gasto de las naciones.

Dicen y confirman que, el problema ambiental se origina por el uso de los combustibles fósiles (carbón, petróleo crudo y gas natural) y, en esto prevalece la razón. Debido a que, si fueran usados en forma correcta, teniendo una combustión completa, el daño sería menor. Recordemos que, el origen de la utilización de estos combustibles fue para poder tener una potencia o generar un torque a una máquina, sin importar la reacción química originada dentro del proceso.

Hoy día, la tecnología ha tratado de incrementar la eficiencia, al reducir el volumen requerido para obtener energía. Pero no se ha invertido en cómo mejorar la quema de combustibles con una menor cantidad de gases; como el monóxido de carbono, el calor que emana de procesos, compuestos o molecular y que tienen incrustado al azufre y partículas en suspensión, las cuales alteran al entorno de los seres vivos.

En realidad, el hombre no dejará de usar combustibles fósiles al menos durante este siglo.  Estos combustibles podrían disminuir en cantidad, pero no en su uso; en este momento, representan poco más del 80% del suministro mundial de energía.

Dejemos la hipocresía ambiental y concentrémonos en la realidad de esta; ni el más puro ambientalista de índole política, social, privada o cualquiera que sea su figura, dejará de usar combustibles fósiles. ¿Alguno de ellos dejará de usar automóviles, aviones, electricidad, o simplemente dejará de comer para no cocinar sus alimentos?

La transición energética está en la agenda de todos, pero no en la cartera de todos para lograrla. Quedó demostrado que, las naciones dependen de los combustibles fósiles; y aquellos países con bajo PIB per cápita , tendrán un muy lento cambio a energías menos contaminantes.

Por favor, dejen de estar usando el concepto de energías limpias, debido a que esto solo refiere al cómo generamos la electricidad; y a cómo está planteada en el futuro, y a donde integran a las tecnologías del tipo solar y eólica. Actualmente, estas han entrado a una segunda fase de inversiones; al adicionar baterías para almacenar y poder incorporarse a la red eléctrica en forma armónica y constante. Pero esto solo está sucediendo en países que están invirtiendo en ello.

La transición energética, mi definición, es aquella que:

Refiere a todo materia prima que es tomada de la naturaleza, transformada en portadora de energía por medio de tecnología, y es usada por el mundo para cubrir una demanda específica de una región en un tiempo finito; de la cual debe medirse cuánta materia fue desperdiciada, por medio de un balance cuantitativo cuyo objetivo es determinar qué acción se debe realizar para disminuir la cantidad de afectación al medio ambiente, proveniente del calor, contaminantes o reacciones químicas incompletas, originadas del uso o transformación de la energía.

A todo lo anterior, deberá adicionarse una cultura de prevención en función de los resultados actuales; derivado de una cuantificación actual del daño al medio ambiente.

A todo esto, hoy no se logrará la transición energética, porque está obsoleta. Debido a que, en los últimos años, solo se cuantificó en papel el daño al entorno, y la realidad es otra en forma fisicoquímica.

El día de ayer, 2 de marzo, quedó claro lo siguiente:

El mundo depende del dinero proveniente de los hidrocarburos; y la única forma de obtenerlo, es tomando de la naturaleza los recursos, colocarles un valor tangible y crear incertidumbre en los mercados mundiales.

La OPEP, determinó disminuir el volumen de 1.1 millones de barriles, y este ente simplemente anunció un incremento de 5 dólares al barril; lo que significa en el corto plazo un mayor volumen de dinero a los países que comercializan al hidrocarburo líquido principalmente; pero una incertidumbre en las economías ante una inflación que no cede en forma rápida.

Este incremento representa entre un 5 y 6%, lo que impactará al precio de la gasolina regular; debido a que un aumento del 1% en el precio del crudo refleja en un incremento del 0.6% en el precio de la gasolina. Todos estos aumentos se reflejan en los pecios finales al consumidor.

Ante esto, en el mundo se creó la diplomacia ambientalista, una forma de escribir en hoja membretada la visión, más no la misión del cómo lograr una transición energética real. Hoy surge una nueva forma de discurso verbal, que indica que “se deberá ofrecer al mundo una energía segura y asequible, en el momento y lugar donde se necesite”. Pero, a todo esto, debemos de indicar lo siguiente:

La energía existe en la naturaleza, incrustada en la superficie, subsuelo o atmósfera. Para tomarla, debemos invertir en tecnologías y estas a su vez transformarse para su uso; hasta aquí requerimos una inversión, hoy el mundo invierte entre 2.5 a 3 billones de dólares americanos, tan solo en 2022.

Actualmente, la energía no es segura, debido a que hay muchas incertidumbres del cómo extraerla; y esto genera que no sea asequible a todo el mundo. Para brindar energía asequible, los gobiernos tienen que dar subsidios y esto ocasiona un mayor consumo y, por ende, contaminación al ambiente. La entrega ininterrumpida de energía en todo lugar donde se necesita, dependerá de la infraestructura que se tenga para llegar a todo individuo, empresa, industria o proceso que requiere energía para el desarrollo.

Pero, creo que a este juego de palabras nuevas debemos adicionar: deberá contar con un plan para mitigar los problemas ambientales, ligado a un monto de dinero para realizarlo. La pregunta que realicemos a un caso de negocios, en torno a un proyecto de energía, es: ¿Adicionar dinero para mitigar el problema ambiental resulta en un retorno de utilidad directa o simplemente este costo debe ser trasladado al precio unitario final que el consumidor deberá pagar? Y esto dependerá de la condición económica que tenga para adquirir energía.

Al final, si trasladan los costos, al haber un incremento, los subsidios aumentarán; debido a que, este incremento podría reflejar a una inflación mayor y producir inmediatamente una desaceleración económica; paralizando a ciertas economías que no tengan acceso a tecnologías.

Entonces, la transición energética está obsoleta, al no haber inversiones reales, al solo invertir en lo que el mundo ha hecho en las últimas décadas ante la imposibilidad de sustituir a los combustibles fósiles en la ecuación energética.

El medio ambiente ha quedado en segundo plano para el largo periodo. Ahora el mundo solo se interesa en cubrir una demanda energética sin importar el daño ambiental, al no tener control para remediar el problema.

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