Existen diversos factores que transforman la industria de la energía y los recursos, como la descarbonización, la digitalización, las presiones de los costos y la incertidumbre geopolítica. Las empresas del sector deben desarrollar programas integrales que incluyan elementos estratégicos, así como definición de iniciativas de transformación
El sector energético se encuentra en constante cambio, y la disrupción actual brinda un sinfín de retos y oportunidades para las empresas de la industria. La descarbonización, la digitalización, las presiones de los costos y la incertidumbre geopolítica son solo algunos de los factores que transforman el mercado de la energía y los recursos.
Ante este escenario, EY, firma en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones, presenta un análisis de los principales retos que este 2023 podría enfrentar el sector energético y sus diversos segmentos como el de Oil & Gas, Utilities y Minería.
“El principal desafío es transformar el negocio derivado de la transición energética, así como mejorar la imagen del sector. Nuestra recomendación es que las empresas de la industria realicen un programa integral que incluya elementos estratégicos, la definición de iniciativas de transformación y la operación de las mismas”, afirma Alfredo Álvarez, socio Líder de Energía para EY Latinoamérica Norte.
Hacia la descarbonización
En ese sentido, Bernardo Cardona, socio Líder Adjunto de Energía para EY Latinoamérica Norte, estableció que:
“Es importante que las compañías de energía definan y comuniquen de manera efectiva sus planes de descarbonización, desarrollo de nuevos negocios y productos, defensa ante disruptores del mercado, así como aquellas acciones que mejoran la eficiencia operativa por medio de tecnologías y digitalización”.
Agregó que estas organizaciones deben trabajar para incluir la planificación de escenarios, portafolios optimizados, cadenas de suministros transparentes y colaboraciones.
Oil & Gas
Dentro de Oil & Gas, el principal desafío en el proceso de exploración y descubrimiento (Upstream) es que los ganadores de bloques de Energía y Petróleo (EyP) continúen con los esfuerzos para valorar el potencial de explotación de los campos asignados. La principal recomendación es realizar un análisis holístico de los riesgos técnicos, regulatorios y de negocio para dirigir las posibles inversiones en fases posteriores de desarrollo.
Aunado a ello, el proceso de transporte y almacenamiento (Midstream) presenta retos para los operadores de infraestructura como asegurar el cumplimiento regulatorio y normativo, así como buscar el involucramiento de Petróleos Mexicanos en sus proyectos, por lo que será importante blindar sus operaciones para reducir el riesgo de interrupción de la continuidad operativa.
Mientras que, dentro de la refinación y distribución a usuarios (Downstream), los gasolineros deben desarrollar una serie de estrategias de diferenciación que les permitan incrementar márgenes e ingresos por metro cuadrado, por lo que tendrán que implementar iniciativas específicas de experiencia al cliente, digitalización, promociones, fidelización y lealtad, combustibles alternativos, apalancamiento del binomio tiendas de conveniencia-estaciones de servicio, desarrollo de nuevos negocios non-fuel/non-oil, y estaciones de servicio sustentable.
Utilities
El desafío para el segmento de Utilities está en mejorar la eficiencia operativa y optimizar las unidades de producción; para ello, se recomienda apalancar y desarrollar soluciones digitales que permitan la mejora de la eficacia en las operaciones.
Lo anterior, conlleva a los subsegmentos de generación, transmisión y distribución y comercialización, a ejecutar proyectos de expansión y de mejora de la eficiencia de la red, además de automatizar y digitalizar las operaciones para lograr mayor eficiencia.
Finalmente, dentro del sector de Minería hay dos grandes retos; el primero será para las compañías mineras en fase de exploración, ya que tendrán que continuar con los esfuerzos de la valorización del potencial de los yacimientos y mantener la licencia para operar, por lo que es ideal realizar un análisis holístico de los riesgos técnicos, regulatorios y de negocio para asegurar la continuidad operativa.
En cuanto a las compañías que se encuentran en fase de producción, existen dos retos clave: por un lado, automatizar y digitalizar las operaciones para lograr mayor eficiencia operativa, implementando soluciones digitales y de analíticos a lo largo de la cadena de valor productiva y, por otro lado, definir y ejecutar una estrategia, hoja de ruta y acciones de descarbonización y de impacto social.
“En EY estamos en búsqueda constante de perspectivas y herramientas que aporten a la transformación de la industria energética y permitan enfrentar los problemas más difíciles del entorno actual”, concluye Alfredo Álvarez.