Fátima Pérez, gerente de Investigación y Desarrollo en Nanoqem señala la importancia de romper con los estereotipos de género desde el hogar para impulsar a niñas en carreras STEM
Si bien cada vez hay más presencia de mujeres en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), aún hay un largo camino por recorrer para incrementar su presencia, pero también para motivar a las niñas desde temprana edad a acercarse a estas áreas.
De acuerdo con estudio del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE) y Movimiento STEM, en edades tempranas apenas 9% de las niñas manifiesta interés en estudiar ciencias o ingeniería.
Además, un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) encontró que si bien las niñas de primaria presentan mejores resultados en las pruebas del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) de matemáticas que los niños, esta situación se revierte en secundaria.
Para Fátima Pérez, gerente de Investigación y Desarrollo en Nanoqem, es importante romper con los estereotipos de género desde el hogar; pero señala que a nivel institucional también hay una responsabilidad sustancial por dejar atrás ese sesgo.
“Existen múltiples esfuerzos que buscan incentivar la participación de la mujer en la ciencia; por lo que considero que el paso natural es hacerlos visibles y accesibles para la mayoría”, comenta.
Acercamiento con la ciencia
En su caso, Fátima platica con Energía Hoy que su primer acercamiento con la ciencia fue en la escuela, con sus primeras clases de química y física; pues fue ahí donde se dio cuenta que estos temas le llamaban mucho la atención. Conforme pasó el tiempo, se acercó a sus maestros para conocer más sobre sus áreas de trabajo y así fue como descubrió a qué se quería dedicar.
“Considero que este acompañamiento que te pueden proporcionar los profesores, e incluso la familia, juega un papel esencial en el momento de decidir tu área laboral”, apunta.
Fátima Pérez estudió Ciencias Químicas con especialidad en Química Orgánica en la Universidad Autónoma de Coahuila. Posteriormente realizó una maestría en Tecnología de Polímeros en el Centro de Investigación y Química Aplicada; y un doctorado en polímeros, síntesis y caracterización de polímeros hidrosolubles asociativos en el mismo campus.
Asimismo, en 2010 fue responsable operativo del laboratorio de nanocompuestos y funcionalización en la Incubadora de Nanotecnología de Nuevo León; posteriormente fue catedrática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica.
Nanotecnología y mujeres
La industria de la nanotecnología, donde se desarrolla Fátima Pérez, ha tenido un crecimiento importante durante los últimos años. De acuerdo con datos de BCC Research, el mercado tendrá un valor de 23 mil 600 millones de dólares para 2026; es decir, un crecimiento del 363% en cinco años.
En ese sentido, la gerente de Investigación y Desarrollo en Nanoqem ve un futuro muy prometedor para los proyectos relacionados con nanotecnología; los cuales asegura cada vez son encabezados por mujeres.
“Algo muy positivo de este campo es su diversidad; al ser una especialidad que converge con otras disciplinas como la química y la física, contamos con una comunidad de científicas muy sólida”, apunta.
A pesar de ello, menciona que aún existe un largo camino para lograr la equidad de género en México. “Por eso debemos fungir como un ejemplo para las niñas y jóvenes; de modo que vean que tienen una oportunidad en la industria de la nanotecnología, en particular y en el estudio de las ciencias, en general”, enfatiza.
Importancia de impulsar a niñas en la ciencia
Cada 11 de febrero se conmemora a nivel mundial el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia; con motivo de la fecha, Fátima comenta que este día es importante para dar visibilidad y mostrar que aún existe una brecha de desigualdad que se debe cerrar.
“Si hace 80 años era un hito ver mujeres en overol dirigirse a trabajar en las fábricas, hoy deberíamos estar en un punto de evolución mucho más maduro. Sin embargo, todavía hay mucho por hacer para deshacernos de la noción de un ‘mundo de hombres’. Al final del día, parte de una noción fundamental: empoderar a las mujeres para que puedan aprovechar su potencial y mostrarles el universo de posibilidades que tienen a su alcance”, destaca.
Finalmente, Fátima Pérez reitera el estigma que existe en el país alrededor de las carreras STEM. “Lamentablemente en un país como el nuestro, existe el sesgo de que las niñas no deberían estudiar carreras STEM ya que tienen un estereotipo masculino. No obstante, yo siempre he creído que éstas son una excelente opción para crear mujeres exitosas; seguras de sí mismas; y sobre todo creativas”, añade.
Ante ello, insiste en la importancia de un acompañamiento adecuado cuando las niñas llegan a los 15 años; pues es en esa edad cuando pierden el interés en estos temas.
A a las niñas interesadas en dedicarse a las ciencias, les dice que aprovechen las herramientas que existen en la actualidad y nunca dejar de preguntar y ser curiosas.
“Actualmente hay mayor accesibilidad a la información y pueden ocuparla para su beneficio. También, que no duden de sus capacidades; las mujeres cada vez tienen más presencia en este ámbito y ellas pueden ser el futuro de la transformación en la ciencia”, finaliza.