Sunfire ocupará el capital levantado para financiar una serie de fábricas productoras de hifrógeno verde en distintos puntos de Europa
Sunfire, desarrollador de electrolizadores industriales, obtuvo 125 millones de dólares de financiación, de un consorcio de inversores liderado por Lightrock y Planet First Partners; donde se incluyen también a las firmas Carbon Direct Capital Management e HydrogenOne Capital. De acuerdo con Sunfire, la nueva entrada de dinero fortalecerá aún más su posición en el mercado de de tecnologías de hidrógeno verde.
Al respecto, el cofundador y CEO de Sunfire, Nils Aldag, señaló que esta financiación marca el aumento de capital más grande de una empresa privada centrada en el hidrógeno verde hasta la fecha. De esta manera, los nuevos fondos permitirán a Sunfire llevar sus avanzadas tecnologías de electrólisis alcalinas presurizadas de óxido sólido (SOEC) a escala industrial; construyendo la primera de una serie de fábricas de producción, dando pie a una capacidad de electrólisis significativa para sus clientes.
“Nuestras tecnologías de electrólisis son críticas para aumentar el suministro de hidrógeno verde que se necesita para descarbonizar las empresas industriales. Europa está emergiendo como líder mundial en el sector del hidrógeno y Sunfire planea ser un pionero al proporcionar tecnología de clase mundial a escala. Contrataremos una gran cantidad de personas talentosas en todas las áreas funcionales para cumplir con nuestra promesa”, declaró Nils Aldag.
Producción de gas de síntesis
Por otra parte, Sunfire anunció recientemente planes para aumentar su negocio de electrólisis alcalina, mediante un sitio de producción de electrolizadores a gran escala en Alemania; con una capacidad de fabricación anual de 500 MW para 2023.
En tanto, Sunfire impulsará el desarrollo de sus electrolizadores SOEC, tecnología que puede cambiar la magnitud de producción de hidrógeno vía una mayor eficiencia; con la producción de y ‘gas de síntesis’. Este gas es una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono, y se puede convertir en todo lo que se produce actualmente a partir del petróleo crudo fósil; como combustible para aviones, diésel o ceras, pero sin las emisiones nocivas que brotan de la quema de combustibles fósiles.
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