La práctica del Desarrollo Organizacional, responsabilidad de las áreas de Recursos Humanos, cobra una relevancia enorme para facilitar los procesos de cambio que requieren empresas e instituciones
Ana Elena Espinosa
Socia Consejera de PRODESO
En un entorno de transformación digital que viven las compañías a nivel mundial para ser más eficientes y adaptarse a la nueva normalidad, sin duda el capital humano es lo que sostiene la operación de cualquier organización, ya que es ahí donde brota la innovación, colaboración y resiliencia para afrontar retos tan diversos como una pandemia o crisis económica, sin perder el enfoque humano.
Según el Foro Económico Mundial, se estima que, después de la crisis sanitaria, el 54% de los empleados requerirán una actualización (re-skilling) y mejora de habilidades (upskilling) significativas para 2022.
Del mismo modo, en este contexto, el uso de herramientas tecnológicas e idiomas serán relevantes. Hoy más que nunca cobran gran relevancia las palabras del escritor y poeta portugués José Saramago: “lo que el hombre tiene que hacer en la tierra es acercar a los seres humanos, unos con otros”. Este será el papel que realizará en las compañías el profesional de desarrollo organizacional, mejor conocido como deoísta; el cual se encargará de gestionar el cambio de cara a la nueva normalidad.
Esto permitirá crear comunidad y desarrollar en los equipos de trabajo soft skills como comunicación; flexibilidad; liderazgo; paciencia; persuasión; resolución de problemas; trabajo en equipo; gestión del tiempo; y ética laboral serán muy valoradas por los empleadores y gestores de equipos.
Asimismo, frente a estos hechos la práctica del Desarrollo Organizacional, responsabilidad de las áreas de Recursos Humanos, cobra una relevancia enorme; para facilitar los procesos de cambio que requieren empresas e instituciones, tanto grandes como medianas y pequeñas, públicas y privadas.
¿Qué pasa actualmente?
En el estudio realizado recientemente por PwC “CFO Pulse: Impactos financieros del COVID-19 en las empresas”, se encontraron datos interesantes relativos al momento que estamos viviendo:
- El 80% tiene confianza en proveer un entorno laboral seguro, implementando algunas medidas, entre las que se encuentran flexibilizar los horarios o reconfigurar estaciones de trabajo.
- El 75% de estas empresas pretende reconfigurar las estaciones de trabajo, operará por turnos y/o alternará a los equipos para promover la sana distancia.
- 67% de estas empresas, planea implementar el trabajo remoto de manera permanente (en los puestos que lo permitan).
- El 38% de estas empresas, acelerará sus planes de carrera para desarrollar al talento del futuro.
- La automatización y transformación digital para agilizar procesos requerirá de talento calificado.
- Está disminuyendo gradualmente el número de compañías que tomarán la opción de reducir personal (de 31% a 27%), y el otorgamiento de licencias temporales (de 31% a 25%).
También, todos estos cambios hacen necesario impulsar la capacitación y el incremento de habilidades del personal. Esto es determinante para las organizaciones que deseen reinventarse y asegurar un lugar en el nuevo entorno de negocios.
Un foro de Desarrollo Organizacional
Con el fin de lograr este cambio en México e Iberoamérica, la Asociación de Profesionales en Desarrollo Organizacional de México, PRODESO, realizará de manera virtual del 20 al 22 de septiembre el 2° Foro Iberoamericano de Desarrollo Organizacional La Nueva Era de los Resultados.
Además, el evento tendrá la participación de más de 70 líderes y expertos de 16 países como Panamá; Colombia; Brasil; Argentina; Chile; Perú; Costa Rica; Venezuela; España; Guatemala; Cuba; El Salvador; Honduras; México; Puerto Rico; y República Dominicana. La segunda edición busca ofrecer conocimiento y mejores prácticas a las organizaciones para ajustarse a la nueva realidad, pero con un enfoque centrado en lo que en este momento es su mayor preocupación: los resultados.
Finalmente, el cambio en México ya inició, por lo cual será clave aprender a gestionarlo; alcanzar los resultados; y dar pasos firmes hacia el desarrollo y consolidación de los negocios. En este contexto el rol del deoísta será trascendental en el futuro próximo, ¡no le perdamos la pista!