El año 2021 presenta situaciones complejas para la comisión, desde el punto de vista de inversión y financiamiento
Víctor Hugo Luque
Socio en Atik Capital.
Hasta hace algunos años, el automovilismo era un deporte poco popular en nuestro país. Sin embargo, a raíz de la incursión de Sergio Pérez en la Fórmula 1 hace una década y el regreso del Gran Premio de México en 2015, el número de fanáticos de la velocidad comenzó a crecer.
Las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) son muy relevantes para México debido a diversas circunstancias: es una de las cinco empresas con mayores ingresos, tiene un papel muy importante sobre el riesgo país debido a su rol como empresa productiva del Estado (EPE) y participa -directa o indirectamente- en el suministro de energía eléctrica a prácticamente el 99% de nuestra población.
Si revisamos el tamaño de su balance hace cinco años, el monto era de poco más de 1.25 billones de pesos (utilizo billones de doce ceros o su equivalencia igual a un millón de millones) y creció en tres años hasta alcanzar 1.61 billones al cierre de 2018. Durante este período, se inició el reconocimiento formal contable de las empresas subsidiarias y filiales creadas a partir de 2015 por la comisión.
Renegociación de contratos
Es importante recordar que durante 2019 se realizó la renegociación de los contratos de gasoductos firmados con distintas empresas privadas, por lo que a partir del cierre de dicho ejercicio aparecieron por primera vez en la contabilidad de la CFE, los conceptos de “activos por derecho de uso” y “pasivos por arrendamiento”, derivados de dicha operación con un impacto en el tamaño de su balance de aproximadamente 300 mil millones.
Considerando lo anterior, al cierre del año pasado se tenían activos por 2.1 billones de pesos (cifras preliminares a diciembre 2020) y se estima que dicha cantidad alcance los 2.3 billones, representado el mayor valor que la CFE ha tenido a lo largo de su historia.
De regreso al automovilismo, hoy en día se compara el éxito de Lewis Hamilton con el de Michael Schumacher, por haber obtenido ambos siete campeonatos mundiales. Sin embargo, para muchos especialistas existen otros nombres que podrían disputar el título del “mejor piloto de la historia en Fórmula 1” como: Juan Manuel Fangio, Alain Prost, Sebastian Vettel, Niki Lauda y Ayrton Senna.
CFE y F1
Si bien es cierto, el patrimonio de la CFE (capital aportado, más resultados acumulados) pasó de 125 mil millones a 650 mil millones en estos últimos cinco años, es importante considerar para su futuro financiero, que dicho crecimiento tuvo como componentes fundamentales: a) la renegociación del pasivo laboral en 2016 y b) el efecto de los impuestos diferidos en 2017 y 2018.
El resultado del ejercicio para 2019 y 2020 ha sido negativo; el año 2021 presenta situaciones complejas que enfrentará la CFE desde el punto de vista de inversión y financiamiento, y podrían acumularse tres años consecutivos con pérdidas para la empresa productiva del Estado al concluir el año que apenas inicia.
Los números son fríos, y analizando el comportamiento financiero de la CFE, tanto a nivel del tamaño de su balance como del resultado negativo de los últimos ejercicios, existen varias áreas de oportunidad para que el futuro de la empresa más importante del sector eléctrico de nuestro país sea más promisorio.
Por un futuro prometedor
Analizar correctamente las decisiones de inversión, optimizar el uso de la infraestructura existente, realizar coinversiones con la Iniciativa Privada, reducir el crecimiento del pasivo laboral, renegociar la deuda existente, aprovechando la situación de las tasas de interés y reducir la cartera vencida de sus usuarios, son solo algunos ejemplos para tomar en cuenta.
Para concluir la analogía de la Fórmula 1, si bien Ayrton Senna no tiene ni el mayor número de carreras ganadas ni campeonatos (falleció en 1994 con tan solo 34 años), para la gran mayoría -incluyendo al autor de esta columna- es el mejor piloto de la historia. Fue tal la grandeza de Senna que, en un país de futbolistas como Brasil, el ídolo deportivo de esa nación era Ayrton en aquellos años. Cómo olvidar la pancarta en portugués “Tetra e nosso” que mostró la selección brasileña de fútbol al ganar el campeonato mundial de 1994 en su honor, a unos meses de su muerte.
Esta situación puede aplicar a las finanzas de la CFE que, si bien no son las mejores ni las más alentadoras para ciertos inversionistas, en caso de tomar las decisiones correctas por parte de su Consejo de Administración, permitirán a la comisión continuar siendo un referente en el sector eléctrico mexicano.
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