Escrito por: Petróleo

Precios del petróleo en un acto de equilibrio


La intervención geopolítica

Ciudad de México ( Esty Dwek, Jefa de Estrategia de Mercados Globales de Natixis IM / Energía Hoy).- El aumento de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente ha llevado a los precios del petróleo de vuelta a los titulares. El deterioro de las relaciones entre EEUU, Europa e Irán ha conducido a crecientes incidentes en el Golfo, lo cual añade cierto respaldo subyacente a los petroprecios.

En efecto, en un intento por presionar a Europa para que persuada a EEUU de retirar las sanciones que impuso de nuevo después de salir del acuerdo nuclear de Ginebra, Irán se ha estado portando mal. Por ahora, Irán ha podido evitar generar cualquier victima humana. Lo mismo aplica para EEUU, que canceló golpes militares ya planeados en represalia por el derribo de su dron. En tanto la disputa siga confinada a incidentes aislados sin damnificados, no esperamos una escalada de la fuerza militar.

El Estrecho de Ormuz, que conforma un cuello de botella entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, representa la vía acuática a la energía más importante del mundo. En efecto, casi un tercio del gas natural licuado del mundo y más del 20% del consumo total global de petróleo (~21 millones de barriles diarios) pasa por el estrecho. Como tal, cualquier escalada en las tensiones podría derivar en severas interrupciones al suministro, y conducir a alzas en los precios. Dicho esto, Irán ha tenido problemas para cerrar el estrecho en el pasado, pero el temor de una disrupción no puede pasarse por alto. Esto, no obstante, requeriría una escalada significativa.

La OPEP ya no domina la fijación de precios

En un esfuerzo por apuntalar los precios ante la preocupación por el crecimiento, la OPEP que incluye a Rusia – ha aceptado recortes a la producción, actualmente extendidos a marzo del 2020, en un intento por equilibrar la oferta y la demanda. La OPEP se compone de los mayores productores de petróleo del mundo y representa cerca del 37% de la producción global. Con la producción de Rusia, representa más del 50% de la producción global de petróleo. Como tal, la OPEP históricamente ha gestionado el tema de la oferta con el fin de fijar los precios alrededor de los US $70 por barril que considera apropiado. 

Los recortes a la producción han ayudado a mantener los petroprecios en un entorno de desaceleración del crecimiento global, aunque probablemente no en la medida en que la OPEP hubiera querido – o podido lograr en el pasado. En efecto, si bien la OPEP fue la que tomaba la decisión final en cuanto a precios por muchos años, el aumento en la producción de esquisto ha cambiado esto.

La OPEP ya no es la única que determina los precios del petróleo, y en los años siguientes probablemente la dinámica cambiará incluso más. El aumento de la producción de países que no pertenecen a la OPEP se encamina a superar al aumento en la producción de la OPEP en el futuro, lo cual se espera declinará gradualmente en los próximos años. 

El esquisto cambia las reglas del juego

La llegada de la producción de esquisto ha revolucionado al sector energía. El proceso de fracking, una técnica diseñada para extraer gas y petróleo de la roca ha impulsado la capacidad de EEUU y otros países para producir su propio petróleo. En efecto, EEUU actualmente produce tanto petróleo como Arabia Saudita o Rusia. Dicha técnica ha sido usada ampliamente, en lo posible, en un esfuerzo por ser menos dependiente del petróleo de Medio Oriente. El aceite de esquisto puede producirse a costos de extracción más bajos que el petróleo tradicional, aunque el precio base puede variar enormemente.

En la competencia por la participación del mercado y para retar a los productores de esquisto que tienen costos más altos, Arabia Saudita ha continuado con gusto produciendo niveles cercanos al máximo, incluso a precios más bajos. Al mismo tiempo, los productores de esquisto necesitan las utilidades y han seguido produciendo a su máxima capacidad. Esto implica que la oferta ha sido amplia, especialmente porque la demanda se ha suavizado.

Para el 2021, EEUU se convertirá en un exportador neto de petróleo, lo cual significa que la mayor economía del mundo ya no dependerá de la energía de Medio Oriente. EEUU representará 70% del incremento en la capacidad de producción global para el 2024, aumentando un total de 4 millones de barriles diarios. Además, con el aumento de la producción de Brasil, la producción de los países que no pertenecen a la OPEP se elevará el año próximo, mientras se espera que la producción de la OPEP caerá ligeramente.

Los temores de una recesión

Los precios del petróleo están intrínsicamente relacionados con el crecimiento global, y los temores recientes sobre la desaceleración del crecimiento han superado al aumento de las tensiones geopolíticas con Irán. No debemos ignorar el impacto de las guerras comerciales, ya que existe una relación directa con la demanda de energía.

Se espera que la demanda de petróleo aumente levemente en 2019, y de nuevo a un ritmo similar en 2020, lo cual significa que el avance de la demanda no se está incrementando, sino estancándose en un mundo que se desacelera. Además, la mayoría del aumento en la demanda en los últimos años proviene de China, que ahora consume 13% de la producción global de petróleo, aunque un nivel más lento en la manufactura y la incertidumbre comercial podrían influir aún más en la demanda. Al mismo tiempo, los niveles de la oferta continúan aumentando, y Arabia Saudita ha compensado la caída en la producción gracias a las sanciones de EEUU a Irán. Además, los niveles de inventario en toda la OPEP continúan aumentando, lo que reduce la presión en los precios, ya que las reservas son extensas.

En general, los precios del petróleo probablemente se cotizarán en rango en los próximos meses, ya que estos desequilibrios estiran y aflojan los precios.

Dinámica cambiante

En el mediano plazo, la demanda de los mercados emergentes, así como la cambiante estructura de la demanda de petróleo probablemente determinen la acción de los precios.

Nos alejamos de los usos industriales y de transporte hacia necesidades más de consumo, como los petroquímicos como el plástico, a pesar de las causas ambientales. Como tal, la demanda petroquímica se posiciona para representar el 30% del aumento en la demanda global petrolera. 

Se espera que China e India representen 44% del aumento anticipado en la demanda petrolera al 2024. El resto de Asia seguirá también siendo la mayor Fuente de demanda, a medida que las economías alcancen al mundo desarrollado. Pero la demanda de éste probablemente siga cayendo, y con la creciente oferta de esquisto, los precios no deberán escalar demasiado.  

Conclusiones

Por ahora, la batalla entre las tensiones geopolíticas y los temores por la desaceleración la gana esto último, lo que limita los precios a pesar de la preocupación por Irán. No obstante, no podemos excluir los precios levemente más altos a corto plazo, a pesar de la amplia oferta. Sin embargo, a mediano plazo, creemos que la cambiante dinámica de la demanda, y especialmente la creciente oferta de países que no pertenecen a la OPEP y los productores de esquisto posiblemente se convierta en un freno a los precios.

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