Ing. Adalberto Padilla
Fundador de VIRENTI, firma de consultoría
Existe una hipótesis que diversos investigadores han tratado de soportar: la correlación entre el compromiso hacia la sustentabilidad de las empresas y su desempeño financiero. Inclusive en el caso de empresas que cotizan en bolsa se busca identificar causalidad en un impacto positivo en el precio de la acción.
El artículo publicado por Eric Woodrof en su libro “Energy Project Financing” (Thumann & Woodroof, 2009) es un ejemplo de trabajos de investigación sobre el efecto de los proyectos sustentables emprendidos por empresas públicas en donde concluye que existe un impacto de hasta 21% en el precio en los primeros 150 días después de haber hecho pública la noticia de proyectos de esta índole.
El efecto anterior tiene una explicación un tanto intuitiva: las empresas que son responsables con el medio ambiente lo son también hacia sus accionistas y otras partes interesadas. Es normal encontrar en estas empresas buenas prácticas de gestión institucional que dan fortaleza a su generación de valor.
Pero este argumento no es el único motivo de interés de inversionistas para invertir en empresas con iniciativas sustentables. También se ha encontrado que este tipo de empresas están interiorizando una cultura de riesgos climáticos en donde existen practicas que anticipan cualquier riesgo potencial y proactivamente establecen medidas para disminuirlo o en su caso mitigar los impactos ambientales y sociales.
Muchos administradores de activos y fondos de inversión reconocen una tendencia de sus clientes por buscar inversiones en donde los elementos medio ambiental y social forman parte de su lógica de inversión. Uno de los más recientes casos es Blackrock, esta corporación ha manifestado una estrategia por impulsar alternativas de inversión para sus clientes en donde el componente “sustentable” sea una de las características de esta oferta.
En México afortunadamente hemos iniciado el camino de promover inversiones sustentables. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y otras instituciones financieras, por medio del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV), han estado impulsando el desarrollo de un mercado financiero sustentable. En el CCFV se discute la necesidad de atender nuevos riesgos y desafíos financieros relacionados con factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) y se proponen incentivos y mecanismos que provoquen cambios favorables en las prácticas de mercado, vehículos de inversión y regulación existente.
El CCFV manifiesta que es indispensable que todos estos esfuerzos desarrollen capacidades locales a través del intercambio de mejores prácticas y de educación financiera especializada. Adicionalmente establece como estrategia impulsar las políticas públicas que favorezcan el desarrollo de un mercado financiero sustentable, permitiendo la creación de valor de largo plazo, el uso eficiente de los recursos naturales y la transición hacia una economía baja en carbono. El reto es que haya empresas y proyectos capaces de recibir inversionistas conscientes de la sustentabilidad.
Del lado de las instituciones de crédito se reconoce la labor de la Asociación de Bancos de México (ABM) quienes han impulsado la adopción de prácticas de sustentabilidad en toda la banca. El Protocolo de Sustentabilidad ha sido suscrito por los principales bancos públicos y privados del país fomentando prácticas de riesgos climáticos e impulso al financiamiento verde que promueva cada vez más empresas con prácticas ASG.
En conjunto con ambos organismos, el Laboratorio de Innovación Financiera (LAB México) en donde también participa el BID y GIZ, conformó un grupo de trabajo de inversiones sustentables que buscará soportar el desarrollo de bonos verdes en México así como la adopción de prácticas ASG en instituciones vinculadas a los mercados financieros.
Es importante reconocer que cada vez existirá una mayor conciencia de inversionistas, desde individuos hasta grandes fondos institucionales, que estarán buscando alternativas para asignar sus recursos con rendimientos interesantes y aprovechando para fomentar la sustentabilidad en el planeta. Por otro lado las instituciones financieras y emisoras bursátiles deben de incorporar en sus prácticas la sustentabilidad como una estrategia para generar valor en sus inversionistas.
Referencias bibliográficas:
Thumann, Albert & Woodroof, Eric. Energy Project Financing, Chapter 8: When firms publicize energy management projects their stock prices go up. 2009. The Fairmont Press
Ing. Adalberto Padilla
El Ing. Padilla es fundador de VIRENTI, firma de consultoría con vocación en las finanzas verdes y practicas corporativas sustentables.
apadilla@virenti.com.mx
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