La industria química en México atraviesa un momento desafiante debido a la insuficiente producción y distribución de materias primas por parte de Pemex
Como resultado, el sector ha tenido que recurrir a importaciones que superan los 25 mil millones de dólares anuales, una derrama económica que podría quedarse en el país si se optimizaran los procesos internos de producción.
Inversiones en la industria química para fortalecer la manufactura nacional
A pesar de la situación actual, el sector de la industria química mantiene inversiones en curso por más de 3 mil millones de dólares, destinadas a ampliar su capacidad de manufactura. Actualmente, esta industria representa el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
De acuerdo con Carlos Pons, presidente de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), estas inversiones buscan proveer gases especiales a la industria del acero, así como fortalecer el sector agroindustrial de fertilizantes, con el propósito de reducir la dependencia de insumos extranjeros y fortalecer la independencia productiva del país.
Además, el sector invierte aproximadamente 1,500 millones de dólares al año en mantenimiento de plantas existentes y en el desarrollo de nuevos proyectos.
Retos que frenan el crecimiento de la industria química
A pesar de las inversiones en marcha, el sector enfrenta importantes desafíos que generan incertidumbre y frenan la llegada de nuevas inversiones. Los principales obstáculos son:
Dependencia de importaciones: México importa grandes cantidades de etano y propileno, lo que genera un déficit comercial significativo.
Baja disponibilidad de agua: La escasez hídrica impacta la operación de diversas plantas industriales.
Incertidumbre energética: La confiabilidad del suministro eléctrico es un problema creciente, especialmente porque el país depende cada vez más de importaciones de gas natural.
Marco regulatorio complicado: Los trámites excesivos dificultan la inversión y el crecimiento del sector.
En cuanto a la producción nacional de materias primas, Pons señala que las refinerías mexicanas deben mejorar su operación para permitir la fabricación de insumos clave como el propileno, reduciendo así las compras internacionales.
Respecto a la competitividad energética, advierte que el país enfrenta desafíos en el suministro de electricidad, dado que depende en gran medida de importaciones de gas natural, lo que afecta negativamente la industria química. Según Pons, una mayor producción de gas por parte de Pemex ayudaría a mejorar la independencia energética de México.
El papel del gobierno y el futuro de la industria
El sector químico ha expresado la necesidad de simplificar el marco regulatorio y reducir la burocracia, con el objetivo de mejorar la eficiencia y competitividad de las empresas.
Pons sugiere que el Plan México, lanzado por el gobierno federal, podría impulsar a Pemex a retomar niveles de producción adecuados. Esto para abastecer la industria química con las materias primas necesarias.
Actualmente, la industria química genera alrededor de 50 mil empleos directos y más de un millón de empleos indirectos. Este número podría incrementarse si se logran superar los desafíos actuales y se fortalece la producción nacional.
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