Los precios globales del petróleo registraron un aumento este 15 de septiembre debido a la intensificación de los ataques con drones ucranianos contra las refinerías de petróleo en Rusia durante la última semana. Este incremento responde a la continuidad de los golpes ucranianos en la infraestructura energética rusa, que han presionado a los mercados internacionales.
Los futuros del crudo Brent subieron un 0.5%, ubicándose en 67.35 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos aumentó un 0.6%, alcanzando los 63.05 dólares por barril. Ambas referencias del mercado alcanzaron ganancias superiores al 1% durante la semana pasada, en medio de la reciente campaña de Kyiv contra las instalaciones energéticas rusas.
Entre los objetivos afectados por los ataques se encuentran el complejo de refinerías Ilsky, ubicada en Krasnodar Krai, y el puerto de carga de petróleo más grande de Rusia en el mar Báltico, además de una importante planta en Bashkortostán. También fue alcanzada la refinería de Kirishi, situada en la región de Leningrado, que procesa más de 17 millones de toneladas de crudo al año y es una de las más grandes del país.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky calificó estos ataques como “las sanciones más efectivas”, que están debilitando la capacidad de Rusia para financiar su guerra. En sus palabras, los golpes han “restringido significativamente la industria petrolera rusa, lo que dificulta la continuidad del conflicto armado”.
La relevancia de los ingresos petroleros para Rusia es considerable, dado que constituyen aproximadamente un tercio del presupuesto federal, representando una fuente crítica de financiamiento para las operaciones bélicas en Ucrania. Por eso, cada impacto en esta industria afecta directamente la capacidad económica del Kremlin.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump vinculó la caída de los ingresos petroleros rusos con sus esfuerzos de paz; sugiriendo que la disminución podría presionar al presidente Vladimir Putin a concluir la guerra. Además, Washington ha impuesto tarifas a países que continúan adquiriendo petróleo ruso, buscando así aislar a Moscú.
Entre los principales clientes de Rusia se encuentra India, que detuvo temporalmente sus importaciones tras la imposición de un arancel del 25% por parte de Estados Unidos el 1 de agosto; seguido de otro aumento del 25% el 27 de agosto. Funcionarios estadounidenses han advertido además sobre posibles medidas similares contra China si mantiene el comercio petrolero con Rusia.
Por su parte, el secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, instó el 8 de septiembre a los países europeos a poner fin a sus importaciones de petróleo y gas rusos; en caso de querer que Washington endurezca aún más las sanciones.
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