Con la presencia de distinguidos líderes empresariales, diplomáticos y funcionarios de gobierno, iniciaron las actividades de Industrial Transformation Mexico (ITM) 2025, conocida como la Hannover Messe de México. Este evento, que marca su séptima edición, se consolida como una plataforma dedicada a presentar soluciones innovadoras para el sector industrial en América Latina.
La jornada inaugural destacó la importancia estratégica de México en la manufactura global y la urgencia de cerrar la brecha de digitalización para asegurar un crecimiento competitivo.
Bernd Rohde, CEO y miembro del Consejo de Administración de Italian German Exhibition Company (IGECO), México, Estados Unidos y Canadá, dio la bienvenida a expositores, compradores y aliados estratégicos: “Esta es la celebración no de uno, sino de tres eventos diseñados para impulsar el crecimiento y la transformación de la industria en México”.
Rohde reconoció que, el camino hacia este día ha sido retador, marcado por la complejidad del panorama global, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre bancaria. Sin embargo, destacó que la coyuntura actual ha puesto en evidencia “el papel estratégico de nuestro país en la manufactura global, abriendo nuevas oportunidades de posicionamiento y una expansión internacional”.
El líder de IGECO México subrayó que la confianza en la industria mexicana, sus capacidades y su talento es fundamental. A pesar del optimismo, Rohde señaló la “brecha persistente en la digitalización de estas empresas, sobre todo de las pequeñas y medianas”. Para enfrentar esto, insistió: “No se trata solo de adoptar nuevas herramientas, sino de redefinir nuestra manera de crear valor”. Su mensaje fue un llamado a la acción: “Debemos recuperar la confianza en la manufactura en México” y trabajar para consolidar el sector productivo y hacer que las Pymes sean más competitivas para integrarse a las cadenas de suministro globales.

Por su parte, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), compartió la historia y la visión detrás de la ITM, que inició con el planteamiento a la Deutsche Messe en Alemania desde 2017 para exportar la famosa feria industrial de Hanóver a México. Cervantes recordó que, en aquel entonces, el concepto de Industria 4.0 “apenas tenía 6 años de haberse acuñado precisamente en la feria Canob y en México aún era desconocido”.
La visión empresarial se enfocó desde esos días en la necesidad de que el país adoptara una “sólida política industrial como base para un aprovechamiento integral de las enormes posibilidades” derivadas de la transición de la manufactura a la mentefactura.
Asimismo, Cervantes destacó que el empresariado decidió enfrentar la coyuntura extraordinaria cuando “aparecían en el mundo las condiciones que llevarían a la relocalización global de inversiones, nearshoring, y a una acelerada reconfiguración geopolítica”. A partir de esto, el CCE propuso formalmente un marco para el establecimiento de una “política industrial digital integral”.

Además, mencionó la creación de embajadas de CONCAMIN, el impulso de alianzas estratégicas nacionales e internacionales para el acceso a tecnologías, y la vinculación con instituciones académicas. También recordó iniciativas clave como el Pacto Oaxaca, surgido de la estrategia de inversión privada para el sureste del país.
La inauguración también contó con la participación institucional de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México y la Secretaría de Economía federal. Manuela Zabalza, secretaria de Desarrollo Económico de CDMX, resaltó que la ciudad se ha convertido en un hub de personas inteligentes y resilientes, siendo reconocida como uno de los 100 clústers más innovadores del mundo.
Por su parte, Sergio Silva, titular de la Unidad de Fomento y Crecimiento Económico en representación de Marcelo Ebrard, afirmó que la ITM no es un encuentro más, sino uno que refleja “el espíritu de un país que está cambiando la forma en que tiende su desarrollo productivo”. Silva destacó que el evento es clave para el Plan México, buscando consolidar un modelo de crecimiento basado en contenido nacional y soberanía tecnológica, a fin de que el país pueda ser “un protagonista en la transformación tecnológica del continente”.
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