A partir de mañana, Petróleos Mexicanos (Pemex) y sus empresas filiales quedarán libres de la regulación aplicable a las ventas de primera mano y de la regulación asimétrica, de acuerdo con el Acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por la Comisión Nacional de Energía (CNE).
El documento oficial establece la derogación de todas las disposiciones que se opongan al nuevo marco normativo. Con ello, se eliminan las medidas impuestas a Pemex tras la reforma energética de 2013, que buscaban limitar su dominio en el mercado y fomentar la competencia.
La Comisión precisó que los contratos previos firmados por Pemex en materia de ventas de primera mano deberán seguir siendo cumplidos bajo sus términos originales, hasta que sean migrados a contratos de comercialización, conforme a lo establecido en el artículo Séptimo Transitorio de la Ley de Hidrocarburos (LSH).
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¿Cuál es el propósito de eliminar la regulación asimétrica?
El artículo Tercero Transitorio del Acuerdo señala que las obligaciones derivadas de contratos, disposiciones legales y administrativas previas seguirán siendo exigibles hasta su migración completa. Una vez migrados, las obligaciones que se contrapongan al nuevo acuerdo quedarán sin efecto, y la entrega de información deberá regirse por la Ley de Hidrocarburos, su reglamento y demás normatividad aplicable.
La medida forma parte de los “Cien Compromisos para el Segundo Piso de la Transformación” del Gobierno de México, en particular de la fracción X titulada “República soberana y con energía sustentable”, dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030.
Este marco político prioriza el fortalecimiento de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) bajo un modelo de soberanía energética sustentable, que impulsa la modernización eléctrica, la electrificación del transporte y el desarrollo de energías renovables.
Reorientación energética nacional
De acuerdo con el mismo documento, la producción petrolera de Pemex se enfocará en el consumo nacional, con una meta de 1.8 millones de barriles diarios, con el fin de reducir la dependencia de importaciones y fortalecer la autosuficiencia energética del país.
La eliminación de la regulación asimétrica marca un cambio significativo en la política energética nacional, al retirar un instrumento diseñado para equilibrar el mercado tras la apertura del sector en 2013.
Dichas reglas buscaban evitar que Pemex, como agente dominante, restringiera el acceso de otros competidores a la infraestructura o a precios preferenciales.