Durante la Cumbre de las 1000 Empresas, organizada por Mundo Ejecutivo el pasado 8 de diciembre en la Ciudad de México, Eduardo Martínez Sañudo, cofundador y CEO de The Risk Guard Company, lanzó una advertencia: la inflación médica en México se ha vuelto insostenible y avanza a ritmos de dos dígitos anuales. Esto, dijo, se debe a un fenómeno demográfico que combina una mayor esperanza de vida con el incremento de enfermedades.
Martínez Sañudo describió un escenario en el que los avances médicos han extendido la vida de las personas, pero no han logrado reducir el número de padecimientos que aquejan a la población. Esa mezcla, señaló, dispara la demanda de atención, tratamientos y tecnologías cada vez más costosas.
“Hoy la población en México y en todo el mundo está cada vez más enferma. Y una de las realidades es que hagamos lo que hagamos, si no nos sentimos bien, no vamos a rendir. No importa qué posición tengamos, en qué trabajemos o cuánto ganemos”, afirmó.
Este contexto genera una presión triple sobre los costos: honorarios médicos que suben año con año, tecnología más sofisticada y cara, y una población que requiere servicios por más tiempo. El resultado se traduce en una inflación médica que, explicó, impacta directamente en el bolsillo de personas, familias y empresas.
Más años de vida, más costos
El incremento permanente de tarifas también pone en evidencia las limitaciones del seguro de gastos médicos mayores tradicional. El CEO lo calificó como una “tragedia” que afecta a quienes buscan mantener su cobertura en el largo plazo y señaló que muchas personas contratan una póliza en etapas tempranas de su vida, pero con los años, entre el aumento de edad y la aparición de padecimientos, las primas se vuelven impagables.
“Llega un momento en el que la gente se queda sin seguro y es casi invariable que cuando se queda sin él, enferma y lo necesita”, advirtió.
Incluso quienes logran mantener su póliza enfrentan otra barrera: la falta de claridad sobre los alcances reales de su cobertura. Martínez Sañudo ejemplificó la magnitud del problema con cifras: una póliza individual puede costar entre 100 mil y 250 mil pesos al año, cantidades que dejan fuera a gran parte de la población asegurada.
Para el especialista, el esquema actual funciona como “una especie de apuesta”: la persona asegurada paga una prima anual que nunca recupera si no utiliza el servicio: “¿Qué pasa si no te enfermas? Perdiste la apuesta”, señaló, al subrayar la insostenibilidad del modelo conforme envejece la población.
La propuesta de The Risk Guard Company
Al cierre de su participación, Martínez Sañudo presentó una alternativa desarrollada por su empresa, The Risk Guard Company: un fondo de inversión personal para salud que permite acumular un patrimonio propio, en lugar de perder el monto pagado como ocurre con las primas tradicionales.
Este esquema está pensado para complementarse con seguros de deducible alto. Así, las personas usuarias pueden usar su fondo para cubrir deducibles o gastos menores, mientras que la póliza se reserva para emergencias de alto impacto.
Finalmente, el CEO destacó que contener la inflación médica no es solo una preocupación del sector salud, sino un desafío estructural que amenaza tanto la estabilidad financiera de las familias como la de las organizaciones.
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