El e-metanol es parte de una clase de combustibles electrónicos emergentes que se producen a partir de energía renovable y de CO2 extraído del aire
Southern Green Gas (SSG), empresa australiana empresa de energía, anunció su futura producción de módulos de proceso de e-metanol, que funcionarán con autonomía y se alimentarán solamente de energía solar.
El e-metanol es parte de una clase de combustibles electrónicos emergentes (también llamados power-to-X) que se producen completamente a partir de energía renovable y de CO2 extraído del aire. Otros incluyen e-metano (metano renovable o gas natural sintético) y e-queroseno (para combustible de aviación).
El principal beneficio de trabajar con combustibles electrónicos es la neutralidad de carbono. El CO2 que se libera cuando se utilizan, se compensa íntegramente con el CO2 que se extrae del aire para producirlos. El proceso involucra la tecnología patentada de SGG para la extracción de CO2 del aire. Una vez que se electroliza el hidrógeno del agua extraída del aire, el CO2 se combina con el hidrógeno en un reactor para formar metanol.
Futuro de los biocombustibles
El fundador y director general de SSG, Rohan Gillespie, prevé que el e-metanol sea un combustible vital para el futuro de Australia:
“Existe un mercado considerable para el metanol en Australia. El único productor local, la planta de Laverton en Melbourne, cerró en 2016 debido a los altos precios de la gasolina. La tecnología de SGG es inmune a los precios del gas, ya que funciona completamente con energía solar. Un gran beneficio para Australia de la producción local de metanol es la seguridad del combustible; situación que se está convirtiendo en una gran preocupación“.
SGG continúa enfocada en completar el Proyecto de demostración de metano renovable de Wallumbilla, que es complementario; ya que implementa todos los componentes principales de un módulo de metanol. Además, SGG ahora comenzará el proceso de desarrollo, seleccionando los sitios del proyecto y los compradores fundadores.
A mediano plazo, SGG tiene como objetivo implementar suficiente capacidad de fabricación de módulos de e-metanol para lograr un costo que lo haga competitivo con los combustibles fósiles actuales.
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