Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy) Las pequeñas y medianas empresas en México han quedado rezagadas en el tema de la sostenibilidad, a pesar ser un elemento que puede comprometer la supervivencia de las empresas en el largo plazo, al estar relacionado no sólo con aspectos ambientales y de responsabilidad social, sino también de gestión de riesgos, antilavado, corrupción y prestigio, señaló Jesús González, socio líder de Asesoría en Desarrollo Sostenible de KPMG México.
Al presentar los resultados de la encuesta bienal “Desarrollo Sostenible en México 2018”, reconoció que las compañías tengan una visión cortoplacista en la materia, cuando debe haber una visión de largo plazo. Se trata de un tema de negocio, “esto no es de ser verde, esto es mucho más que un tema altruista, esto realmente en un ambiente dinámico, crítico, interrelacionado de manera global”, donde la educación y la capacitación es fundamental.
De ahí que si bien 98 por ciento de las empresas consideran el tema de sostenibilidad como un factor crítico y relevante para el futuro de su negocio, sólo 51 por ciento le da una importancia real al tema, 41 por ciento destina un presupuesto para el área, y 53 por ciento de las compañías no cuenta con un reporte de sostenibilidad o alguna vía de comunicación formal con sus grupos de interés, dijo el socio líder de KPGM.
La poca importancia de las empresas al tema también se refleja en que 34 por ciento no cuentan con un proceso de antilavado de dinero y 26 por ciento carece de un sistema anticorrupción en su organización. La encuesta también reveló que 23 por ciento de las empresas reconoce haber sufrido impactos económicos por aspectos sociales y/o ambientales, mientras que 41 por ciento dijo no tenerlos.
Aseguró que aun cuando en general muchas empresas limitan el concepto de la sostenibilidad a la parte ambiental o de responsabilidad social, 72 por ciento desconocen o conocen parcialmente la Ley General de Cambio Climático, su reglamento y su reglamento, su vigencia (más de dos años), las sanciones y afectaciones por su incumplimiento, así como en su reputación. Esto ha derivado en que siete de cada 10 empresas no cuentan con un inventario de CO2.
Además, compañías que emiten más de 25 mil toneladas de CO2 deben presentar su reporte ante el Registro Nacional de Emisiones, de lo contrario, pueden hacerse acreedoras de sanciones por hasta 10 mil salarios mínimos (883 mil 700 pesos) y si hay reincidencia hasta tres veces ese monto, y si bien la cifra podría no ser representativa, el mayor costo es el prestigio.
En ese sentido, también destaca que 59 por ciento de las empresas ha destinado recursos económicos por conflictos sociales y/o ambientales, de este porcentaje 23 por ciento afirma que las afectaciones que han sufrido son significativos, y 20 por ciento han tenido daños por estas problemáticas.
Las empresas se mantienen con poco cambio en reconocer el impacto por temas ambientales y sociales, “pareciera que en muchos casos, estos efectos lo reconocen únicamente al observar cifras financieras, es decir, no logran generar una visión integral”, a pesar de las repercusiones a lo largo de toda la organización.
“Lo más complejo es lo no cuantificable, ¿cuánto vale una demanda realmente significativa?, te puede hacer perder el negocio, cuando empieza la demanda no tienes ni idea si vas a ganar o perder, cuánto va a costar. Cuánto vale una regulación, por ejemplo”.
Para el socio líder de KPMG, “la falta de sostenibilidad tiene impactos negativos no sólo en las empresas, también afectan el día a día del conjunto de la sociedad, la falta de ésta tiene impactos sociales y económicos para empresas, pero también para toda la sociedad”.
Sin embargo, reconoció, en los últimos 10 años la sostenibilidad ha cobrado importancia, actualmente 47 por ciento de las empresas emite un reporte de sostenibilidad, este porcentaje representa 14 puntos más, comparado con 33 por ciento en 2016. Pese al avance, las carencias económicas, educativas y de infraestructura impiden que la sostenibilidad avance de manera más firme y en todos los niveles, en donde la burocracia, la inseguridad y la corrupción también entorpecen su avance.
La encuesta bienal “Desarrollo Sostenible en México 2018”, participaron 143 directivos de empresas, incluyendo directores generales, presidente, consejeros, gerentes y otros tomadores de decisiones. Fueron invitadas empresas de diversos sectores y tamaños, de las cuales 51 por ciento tiene entre 1 y 500 empleados y 49 por ciento más de 50 empleados.
