La perspectiva energética de Shell señala que la transición energética no es algo que pueda sostenerse por sí solo, ya que está en “un equilibrio natural” con la seguridad energética y la economía. Dentro del contexto de estos tres elementos, cinco tendencias se consideran más impactantes en el sector energético en 2023
Infografía: Sergio Ruiz
El gigante energético con sede en el Reino Unido, Shell, destacó cinco tendencias en su perspectiva del sector energético para 2023; teniendo en consideración a la seguridad energética, la economía y la transición a fuentes bajas en carbono.
La perspectiva energética de Shell señala que la transición energética no es algo que pueda sostenerse por sí solo, ya que está en “un equilibrio natural” con la seguridad energética y la economía. Dentro del contexto de estos tres elementos, cinco tendencias se consideran más impactantes en el sector energético en 2023.
Al respecto, Elise H. Nowee, presidenta de Shell Catalysts & Technologies, comentó:
“A medida que avanzamos en 2023 y aprendemos aún más de lo que fue 2022, es importante que sigamos siendo flexibles para adaptarnos a los cambiantes mercados mundiales y dinámicas geopolíticas. El mundo tiene una creciente necesidad de energía y una urgencia para limitar el calentamiento global: todos los medios necesarios para esforzarse con los productos básicos actuales de una manera más sostenida; así como para prosperar en la futura transición energética, al tiempo que proporciona fuentes de energía a todas las personas en todo el mundo”.
Asimismo, Nowee destaca que, para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, se deben considerar los conceptos anteriormente mencionados; seguridad energética, economía energética y la transición energética.
5 TENDENCIAS de Shell para el sector energético de cara al 2023
1: Impacto de las presiones = alto costo para la cadena de suministro
En Shell Catalysts & Technologies se tiene una visión a largo plazo en los negocios y se evalúa cuidadosamente la dinámica del mercado actual y los desafíos económicos globales.
La industria permanecerá expuesta a los desafíos de los precios más altos de la energía, los costos más elevados de las materias primas y la escasez de logística. Esta dinámica del mercado seguirá afectando negocios y precios de productos catalizadores hasta bien entrado 2023.
Se espera que la ola de inversiones tradicionales y compras excesivas que se dieron tras el paso del COVID-19, se desacelerará con altas inflaciones.
2: Resiliencia ante presiones geopolíticas
A través de los desafíos que el sector energético experimentó durante el último período con el COVID-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, las personas se enfocan cada vez más en más productos y negocios locales; con una cadena de suministro más corta y segura.
3: Innovación en soluciones de descarbonización
Para satisfacer estas demandas de más energía limpia, existen múltiples soluciones para que las refinerías maximicen el valor del barril, aumenten la eficiencia energética en la producción, reduzcan los niveles de emisión y reciclen cada vez más materiales, desechos y productos usados, para apoyar la economía circular.
4: Innovación en negocios centrales de refinación y petroquímica
La clave para aprovechar los activos comerciales centrales en el clima actual es maximizar el uso de las tecnologías existentes para propiciar una producción más eficiente. Se tendrá una variedad de nuevos objetivos energéticos: mejor gestión de desechos, mayor eficiencia en activos y productos con menor intensidad de carbono.
Shell hoy trabaja para aprovechar los activos de refinería existentes y así convertir el petróleo en productos químicos; para después fabricar productos más sostenibles.
5: Colaboración para acelerar la transición energética
La industria energética no es la única que deben impulsar el cambio, ya que se requiere que las comunidades, los gobiernos y los países trabajen juntos; garantizando el acceso a la energía para todas las personas del mundo.
Con información de Shell
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