Escrito por: Empresas, Gobierno

México, excelente clúster para manufactureras de Estados Unidos


Una de las lecciones importantes que nos dejó la pandemia, fue que la alta dependencia de algunas regiones o países del mundo -China, en concreto-, puede jugar en contra

PwC México

Debido a la pandemia por la Covid-19, el sector manufacturero se ha visto afectado de forma distinta, dependiendo del giro de la compañía en cuestión: desde pronósticos obsoletos de demanda -por la distorsión del consumo-, a rupturas en las líneas de suministro -que generaron escasez de insumos-, e, incluso, por la reducción de la oferta -debido a la baja disponibilidad de trabajadores o por el cierre de los centros de trabajo-, así como en la capacidad logística.

Una de las lecciones importantes que nos dejó la pandemia, fue que la alta dependencia de algunas regiones o países del mundo -China, en concreto-, puede jugar en contra.

Así, el 38% y el 25% de los directores financieros de México y EUA, respectivamente, planeaban “desarrollar opciones alternativas de abastecimiento y/o cambiar los términos contractuales” de la cadena de suministro, para reconstruir o mejorar sus fuentes de ingresos. Por tanto, diversificar la cadena de suministro es vital, por lo que es necesario repensar el footprint de las cadenas de nuestras compañías y buscar acciones que nos permitan ser más flexibles, ágiles y resilientes.

Balance entre costo y resiliencia

La alta dependencia de algunas naciones, como China, no siempre será considerada tan conveniente para las manufactureras, en general, y las estadounidenses, en particular.

No obstante, no existe una fórmula universal para evitar disrupciones importantes, la cual pueda ser utilizada para cualquier empresa, en cualquier lugar y situación, por lo que se debe tener en cuenta a qué retos se enfrenta la organización, dónde se encuentran sus clientes en la actualidad y en el futuro, así como cuáles son sus necesidades prioritarias.

Una de las estrategias que podría resultar útil, si tenemos en cuenta la alta volatilidad de la economía o eventos críticos como una pandemia, es el desarrollo de una fuente doble de abastecimiento: previo a la crisis del COVID-19, el 16% de las empresas norteamericanas que operan en el gigante asiático ya tenían planes para reajustar su producción o sus fuentes de abastecimiento, tal y como apunta la encuesta de PwC Más allá de China: Hacia una mayor diversificación y eficiencia de costos en las cadenas de suministro.

Asimismo, el reporte también destaca que, de optar por una estrategia de este tipo, la producción podría abaratarse entre el 5 y el 20%, en comparación de optar sólo por China.

China+1, una oportunidad para México

Si bien China continuará siendo una opción atractiva para la industria, debido al ecosistema y la infraestructura ya instalada en ese país a través de los años, México es, junto a países asiáticos de bajo costo (LCC, por sus siglas en inglés) como Vietnam o Tailandia, entre otras naciones, un destino que podría ya estar en la mente de algunas compañías manufactureras del vecino del Norte.

En promedio, mover la producción a nuestro país podría reducir el costo operativo un 23% -24% en el caso de optar por aquellos países asiáticos considerados de bajo costo-.

México cuenta con otras varias ventajas competitivas adicionales, como son: el bajo costo de la mano de obra, la proximidad geográfica con los Estados Unidos y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Teniendo en cuenta esta visión optimista, debemos ser cautos: no podemos prever un éxodo masivo y repentino de China a México, pero sí podemos afirmar que nuestro país cuenta con las condiciones necesarias para competir por su rol de hub de manufactura global

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