La Irena y la OIT estiman que rumbo a 2030, los 24-25 millones de puestos de trabajo en energías renovables superarán las pérdidas de entre 6 y 7 millones en empleo
En 2020, el empleo en energías renovables alcanzó los 12 millones frente a los 11,5 millones reportados en 2019, señaló un nuevo informe elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
🔴LIVE NOW: @IRENA & @ilo are presenting their new joint report on #renewableenergy & jobs. How can the #EnergyTransition ensure decent, well-paying jobs for all?
Watch the high-level launch moderated by @meganrowling of @TRF_Climate here: https://t.co/rRSii6JPH9
— IRENA (@IRENA) October 21, 2021
Asimismo, el informe “Renewable Energy and Jobs: Annual Review 2021”, mostró que si bien los puestos en energía solar y eólica lideraron el crecimiento del empleo mundial en el sector con 4 millones y 1,25 millones, respectivamente, el empleo en biocombustibles líquidos disminuyó conforme se redujo la demanda de combustibles en el transporte.
Del mismo modo, el reporte estimó que la transición energética generará más puestos de trabajo que los que se perderán. Rumbo a 2030, se estima que los 24-25 millones de puestos de trabajo superarán las pérdidas de entre 6 y 7 millones de puestos. Además, alrededor de 5 millones que perderán sus empleos, encontrarán nuevos en la misma ocupación en otra industria.
¿Cómo van los países?
En cuanto al desempeño de los países, el informe encontró que China tuvo una participación del 39% de los trabajos de energía renovable en todo el mundo durante 2020. Después le siguen Brasil, India, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea.
Por otro lado, algunos países que ya crean puestos en energías renovables son Vietnam, Malasia, quienes son exportadores clave de energía solar fotovoltaica; Indonesia y Colombia, que tienen grandes cadenas de suministro agrícola para biocombustibles; México y la Federación de Rusia, con crecimiento en energía solar. En el caso de África subsahariana, la energía solar se expande a Nigeria, Togo y Sudáfrica.
Al mismo tiempo, tanto Irena como la OIT reconocieron que las mujeres fueron quienes más sufrieron a causa de la pandemia debido que trabajan en sectores más vulnerables a la crisis. En ese sentido, reiteraron la importancia de impulsar una transición justa; trabajos decentes para todas y todos; salarios dignos; lugares de trabajo seguros; y derechos en el trabajo respetados.
“Una transición justa requiere una fuerza laboral diversa, con igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, y con trayectorias profesionales abiertas a los jóvenes, las minorías y los grupos marginados. Las normas internacionales del trabajo y los acuerdos de negociación colectiva son fundamentales en este contexto”, insistió.
Finalmente, ambos organismos subrayaron que el potencial de empleo en energías renovables dependerá de políticas ambiciosas para impulsar la transición energética en las próximas décadas.