“Los sobrevivientes” es una serie que cuenta la historia de familias que, tras la crisis en la economía han visto desplomarse su modo de vida
“Acabamos de traspasar la cafetería”, expresó Sarahí Lara en tono tranquilo, aunque todavía tratando de asimilar este hecho. Ella luchó con todas sus fuerzas para sacar adelante este negocio familiar; las deudas generadas durante la pandemia de COVID-19 la llevaron a tomar esta difícil decisión.
Desde junio del año pasado se documentaron las peripecias por las que pasó Sarahí para reactivar las ventas en la cafetería Green Cup, ubicada en Hermosillo, Sonora, luego del cierre de actividades.
“Lo peor habría sido desmantelar, esa era mi peor pesadilla, no pasó, aunque sí estuvimos a punto”, expresó la joven empresaria, quien relató que durante 2020 la lucha fue por sostener el negocio, seguir pagando a sus trabajadoras y tratar de ir solventando deudas.
Luego de tres meses consecutivos de crecimiento, la inversión fija bruta en México registró una disminución mensual en términos reales de 0.9% en abril, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Estos datos quieren decir que la inversión privada en México sigue 2.7%, por debajo de lo registrado al inicio de la pandemia y 16.3% detrás de su nivel máximo, alcanzado en julio 2018. Al ser la inversión el componente más importante de crecimiento a largo plazo, estas cifras, según los expertos, podrían implicar que, a partir del próximo año, haya un PIB potencial menor al que se tenía hace cinco o seis años.
Prevalece una tendencia de desaceleración en la economía. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima que el crecimiento de la economía estará entre 4.3% y 6.3% este año, y entre 2.6% a 4.6% en 2022, impulsado en gran parte por el comercio exterior con Estados Unidos.
Un poco de tranquilidad
Fue hasta marzo de este año cuando, por fin, en la cafetería de Sarahí Lara empezaron a ver la recuperación. El mayor aumento en clientes ocurrió en mayo y junio, pero esto no era suficiente y tendrían que haber seguido trabajando al menos el resto del año sin ganancias, ya que todo el dinero que entraba se iba a pagar lo que se debía.
Esta situación, aunada al desgaste físico y emocional fue lo que llevó a Sarahí y a su papá, quienes llevaban más de 10 años con la cafetería, a tomar la difícil decisión de traspasarla. En realidad, desde diciembre del año pasado ya lo habían pensado, pero, para poder hacerlo debían dejar el negocio operando de manera normal, comprobar ventas y cero deudas, para que fuera un negocio rentable.
En los negocios hay que ser fríos
La renta del local, la electricidad, las deudas con los proveedores fueron lo que asfixió a la cafetería, además del pago del apoyo de 25 mil pesos que les dio el gobierno estatal, el cual de acuerdo con ella solo les sirvió para mantener un mes a flote el negocio.
“Estamos en un duelo, pero en los negocios hay que ser fríos, si los números daban, bien, si no daban, hay que seguir. El equilibrio se logró por el traspaso, todavía nos quedaba este año de seguir pagando deudas. Mi papá me dice que lo hubiéramos logrado si hubiéramos aguantado este año, pero era trabajar otro año sin utilidades y también nosotros tenemos que comer”, expresó Sarahí
Relató que el estrés por sacar adelante el negocio durante estos meses la afectó física y psicológicamente, pues pasó noches sin dormir y bajó de peso, pues la tensión era difícil, pero el apoyo de su familia fue fundamental.
“Siempre dijimos que la vida era lo primordial y estar sanos, entonces fue como nuestro salvavidas pensar que estábamos vivos y estábamos sanos”, manifestó. La joven empresaria no pierde la esperanza y ahora empezará a vender insumos de café, mientras recupera energías para volver a poner otra cafetería, que sigue siendo el sueño de su familia.
Aunque dejar su cafetería en manos de otras personas fue una decisión complicada, Sarahí expresó que dentro de todo se encuentra tranquila. “El final feliz es que el café se lo quedó un antiquísimo cliente, de toda la vida y quiso prácticamente que se quedara el concepto igual, recetas, interior, incluso las trabajadoras, que eran nuestra mayor preocupación, ellas se quedaron ahí y conservan afortunadamente su trabajo”, destacó.
Fortalezas y caídas
México es una economía con especial fortaleza en el sector de servicios. En el primer trimestre de 2021, este sector representó el 63.62% del PIB y el 61.07% de la fuerza laboral, seguido por el sector industrial con el 28.78% del PIB y el 25.12% de la fuerza laboral, y el sector primario con el 3.39% del PIB y el 13.25% de la fuerza laboral.
En el periodo comprendido entre los años 2010 y 2018, la economía creció a un promedio de 2.8%, sin embargo, debido a la caída en los precios del petróleo de 2019 y la crisis económica global ocasionada por la COVID-19 en 2020, la economía se ha visto afectada en los últimos años.
Pero la inflación sigue estando muy por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico). Se estima que el alza de precios en junio de este año se ubicó en 5.85% a tasa anual, cifra ligeramente menor al 5.89 % alcanzado en mayo, por lejos del blanco inflacionario oficial de 3 % +/- un punto porcentual.
Inflación
Especialistas y el propio Banco de México (Banxico) esperan que la inflación cierre este año por arriba de la tasa objetivo de la institución central, con lo cual el 2021 se convertiría en el octavo año en que el banco no logre mantener la inflación dentro de su rango objetivo, y elevó la tasa de referencia en 25 puntos base, a 4.25 por ciento.
Manuel Díaz Mondragón, presidente del Instituto de Asesoría en Finanzas Internacionales explicó que la decisión de Banxico se queda “corta” porque se requieren más mecanismos que impulsen la recuperación económica, sin embargo, si eres ahorrador, te podrías beneficiar, debido a que tendrás una tasa más alta por mantener tu dinero en las instituciones financieras.
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“Es un buen momento para abrir una cuenta, para meter el dinero al banco”, dijo. Por el contrario, a los consumidores, incluso al gobierno, les saldrá más caro pedir financiamientos; además aquellas personas o empresas con préstamos a tasa de interés variable verían un aumento en dicho cobro. Estos factores provocarán que el consumo se vea afectado.
Un movimiento en la tasa de referencia es una de las herramientas de política monetaria con las que cuentan el Banco de México. El objetivo de realizar un movimiento en las tasas es mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda.
Si baja la tasa de interés, los créditos se vuelven más baratos, ya que los bancos tienen como referencia la tasa del Banco Central. Así se busca un mayor consumo de parte de las personas y empresas para impulsar la economía.
Falta de apoyo hunde a empresas
De cada 100 pequeñas y medianas empresas mexicanas, solo siete han podido acceder al apoyo del gobierno, lo que contrasta con casi 34 empresas que lo hacen en promedio entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
“Solo el 7% de las Pymes en México han podido acceder y combinar el apoyo del gobierno en comparación con el 33.6% en la OCDE. Las formas de ayuda reembolsables han sido las más populares con el 5% de las Pymes”; según el apartado sobre México del informe “Perspectivas del Emprendurismo y las Pequeñas y Medianas Empresas 2021”.
En contraste, a nivel de la OCDE, el promedio de Pymes que recibieron apoyos gubernamentales fue de entre 20% y 40%. El reporte da cuenta de que hubo grandes diferencias entre los apoyos gubernamentales dados al sector privado; con un gasto fiscal desde 0.6% del PIB en México, y 1.2% en Turquía, hasta el 14.7% en Estados Unidos y 18.6% en Nueva Zelanda.
Cada vez hay más pobres
México cerró el primer trimestre del año con 5 millones más de personas en pobreza laboral; esto respecto al mismo periodo de 2020, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En el arranque de 2021, este indicador llegó a un nivel de 39.4%, un incremento anual de 3.8 puntos porcentuales.
De acuerdo con el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), enero-marzo de 2021, la población cuyo ingreso no le permite cubrir el costo de una canasta básica aumentó de 45.1 a 50.1 millones de personas en un año. La tercera parte de quienes se sumaron a esta condición viven en la Ciudad de México.
El organismo señaló que la brecha en la distribución del ingreso también se amplió, y con ello la desigualdad; las personas con menores percepciones son ahora más pobres. Mientras que las mujeres y las personas jóvenes e indígenas son las más afectadas. En cambio, quienes tienen los mejores ingresos en el país se han visto mínimamente afectados.
*Información de La silla rota