Edición Febrero 2020
La vulnerabilidad social al cambio climático y a la pobreza energética son temas asociados que requieren un enfoque cada vez más integral para atender las necesidades de la población en todos los ámbitos. Por siglos, satisfacer las necesidades humanas fundamentales relacionadas con la energía ha sido un gran reto ya que al no tenerlas cubiertas el poblador no ejerce sus derechos, lo cual implica tomar medidas para abordar el problema.
Hoy en día los mexicanos nos hemos despegado enormemente del papel tan importante que juega la energía en nuestro día a día, razón por la cual no nos damos cuenta del potencial de mejora que puede otorgar a nuestra calidad de vida, mitigación de pobreza y el impacto a la salud de las familias. Cuando un hogar no cuenta con tan solo uno de los servicios básicos como iluminación, calentamiento de agua, entretenimiento, confort térmico, refrigeración y cocción de alimentos se encuentra en condiciones de privación ya sea porque así lo siente o por la falta de equipamiento adecuado.
En un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud, Fuel for Life: Household Energy and Health, se demuestra que el uso de combustibles domésticos más limpios puede rendir un beneficio económico (en forma de mejora de la salud y la productividad) equivalente a siete veces la cantidad invertida. A nivel global 2.8 billones de personas no tienen acceso a los servicios de cocción limpia de alimentos. (International Energy Agency, 2017).
La quema de combustibles en los hogares tiene un impacto enorme en el medio ambiente y el aumento de gases de efecto invernadero. En el caso de México el 90% de las viviendas usa gas LP como medio para cocinar o calentar alimentos, mientras que 7% utiliza gas natural y solo 3% utiliza electricidad de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares (ENCEVI) del INEGI.
Aunque México es país productor, la producción nacional no para de bajar año tras año. Después de 2007, vimos una explosión de las importaciones de gas natural habiéndose multiplicado por 4.8 en tan solo 10 años hasta 2017. En el primer semestre de 2019 el 90 por ciento de este combustible consumido proviene del extranjero, según el Prontuario Estadístico de Gas Natural de la Secretaría de Energía. El precio del gas LP por kilogramo registró una disminución de costos promediando en 18.33 pesos todo el año en el país de acuerdo a datos de la Comisión Reguladora de Energía, comenzó el 2019 con 600 pesos el cilindro de 30 kilos y bajó un 5.2% hasta llegar a costar un promedio de 525 pesos.
Aunque el precio baje y se promocione el gas como una fuente de energía “segura” sigue siendo volátil y sigue emanando partículas que dañan nuestra salud. Ian Colbeck un experto en contaminación del aire de la Universidad de Essex descubrió que asar carne y verduras usando una placa de gas, liberaba una oleada de partículas finas que podrían ensuciar el aire de los hogares, un hollín fino que combinado con llamas de gas, aceites y grasas enviaban partículas dañinas de PM.25 en la casa a niveles 13 veces más altos que los medidos en el aire en el centro de una ciudad grande como Londres. La contaminación máxima duró aproximadamente una hora dentro de la cocina.
Las PM.25 son partículas que tienen menos de 2.5 micrómetros de ancho. Son lo suficientemente pequeños como para ser inhalados profundamente en los pulmones, donde los trastornos respiratorios y las enfermedades cardiovasculares son abundantes. Las partículas más pequeñas pueden ubicarse desde los pulmones al torrente sanguíneo donde se acumulan en el hígado, el corazón e incluso el cerebro, y contribuir a la depresión y otros problemas de salud mental.
Al igual que con cualquier contaminación, hay grupos más susceptibles, como los jóvenes y los ancianos ya que sus defensas y sistema inmunológico tiende a ser más vulnerable. Está claro que las personas pasan mucho tiempo en el interior de casa y, en algunos casos, están expuestas a niveles muchos más altos que los que se ven al aire libre. Se aconseja a las personas que abran ventanas y usen extractores de cocina para eliminar la contaminación visible, aunque hay posibilidades de que recircule el aire sin filtrarlo adecuadamente.
Existen otras opciones como sistema de cocción por inducción solar que son una alternativa limpia y libre de emisiones la cual busca posicionarse como una tecnología innovadora, eficiente y segura para los hogares. Este sistema satisface de manera apropiada las necesidades energéticas del hogar, cumpliendo con los principios de la sustentabilidad ofreciendo tecnología que protege el medio ambiente a la sociedad y su economía, lo cual revela las ventajas que tiene implementar esta forma alternativa de cocina desde el punto de vista financiero, económico, social y ambiental.
La inducción solar es la combinación de dos tecnologías ya utilizadas para satisfacer las necesidades humanas, por un lado, los paneles fotovoltaicos que transforman la energía del sol en energía eléctrica y por el otro la eficiente parrilla de inducción magnética que hierve el agua en 1 minuto.
Un sistema de cocción por inducción solar se compone de la parrilla de inducción magnética y un sistema fotovoltaico. Esto dispositivos trabajando en conjunto generan la energía adecuada para cocinar un día entero lo cual permite ahorrar mucha energía ya que el calentamiento por inducción es el más eficiente en el mercado, tiene un 90% de eficiencia en comparación al gas que cuenta con 40%, reduce el riesgo de incendio o enfermedades, genera muy poco calor lo cual provoca un ambiente más fresco en la cocina ya que la temperatura es controlada con alta precisión y es muy simple y fácil de usar, una tecnología lista para las ciudades.
Otra razón por la que se cree en esta tecnología de cocción es muy prometedora es porque en las ciudades se concentra una gran cantidad de personas, incluso se prevé que para el 2030 el 81% de los mexicanos vivan en zonas urbanas y al ser los hogares un sector muy amplio de nuestro país, el simple hecho de lograr una transición de gas a energía solar para cocinar genera un gran impacto que muy pocas veces se toma en cuenta.
En una investigación que desarrollé en 2019 pude analizar dos escenarios de una gran ciudad a través del Software LEAP, en los que comparaba el potencial global de cambio climático de una ciudad que continúa utilizando gas dentro de su casa hasta el 2050 versus un escenario donde la casa comienza a utilizar energía limpia para satisfacer su necesidad energética de cocción del 2020 al 2050, obteniendo como resultado que el escenario de mitigación se lograba disminuir más de 40 millones de kilogramos de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera solo por dejar de usar hidrocarburos para cocinar y esto en una ciudad.
En conclusión, queda claro que a través de la implementación de tecnologías de cocción limpia, aseguramos un futuro más sostenible aportando desde el hogar acciones para la mitigación del cambio climático, una buena salud y la transición a energías renovables.
Ing. Axell Cooper Sutton Antonio
Coordinador del programa “Salud, energía y clima en el Colectivo Ecologista Jalisco A.C”
Contacto: axell@cej.org.mx / +52 1 331 584 3638 / @SuttonAxell
Comparativa de escenarios de cocción para el futuro de las ciudades. El escenario de Mitigación utiliza sistemas de cocc
Salud y energía solar: Calidad del aire y bienestar dentro de los hogares
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