Escrito por: Nacional

¿Qué tan seguro es viajar en el Tren Maya?

Descarrilamientos y riesgos desde su construcción: aquí te decimos qué tan seguro es viajar en el Tren Maya tras los hechos recientes.

El martes 19 de agosto, un vagón del Tren Maya se descarriló al ingresar a la estación de Izamal, en el estado de Yucatán. El incidente ocurrió a las 13:48 horas en el tren 304, lo que obligó a activar los protocolos de seguridad y a trasladar a los pasajeros en autobuses a sus destinos finales. Aunque no se reportaron personas heridas, las imágenes compartidas en redes sociales volvieron a plantear la pregunta: ¿qué tan seguro es viajar en el Tren Maya?

En un comunicado breve, la administración del Tren Maya informó que se integró una comisión dictaminadora para investigar el percance y confirmar las causas. Mientras tanto, el servicio continúa operando con normalidad en el resto de las estaciones.

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¿Cuántos accidentes ha tenido el Tren Maya?

El descarrilamiento en Izamal no es un hecho aislado. En marzo de 2024, un incidente similar se registró en la estación de Tixkokob, también en Yucatán, cuando el cuarto vagón de un convoy se salió de las vías al ingresar a la terminal. En esa ocasión, el tren avanzaba a baja velocidad, lo que evitó lesiones entre los pasajeros. Aun así, el suceso encendió las alertas sobre la seguridad técnica del proyecto.

Las investigaciones posteriores señalaron como causa una fijación mecánica inadecuada en los sistemas de cambio de vía, específicamente en los elementos conocidos como clamps. Este hallazgo evidenció que, más allá del nuevo accidente en Izamal, existen retos técnicos en la operación ferroviaria. Y estos requieren revisiones periódicas y mayor control de calidad en los procesos de montaje.

Ambos percances tuvieron un elemento en común: la rápida aplicación de protocolos de emergencia y la reubicación de pasajeros en otras unidades de transporte. Sólo de esta forma las autoridades evitaron consecuencias mayores.

Sin heridos de gravedad hasta el momento

El tramo 3 del Tren Maya, donde ocurrió el accidente más reciente, conecta Calkiní, Campeche, con Izamal, Yucatán, en un recorrido de casi 160 kilómetros. Esta zona ha sido señalada como particularmente compleja por las características del terreno y la infraestructura de las estaciones. Expertos en movilidad y transporte han advertido que la supervisión en estas áreas será fundamental para evitar más percances.

Aunque los daños materiales en ambos casos fueron menores, la recurrencia de estos episodios ha puesto en el centro de la discusión la confiabilidad del servicio. Autoridades federales han insistido en que la seguridad de los pasajeros es prioritaria y que los mecanismos de inspección se reforzarán, pero la percepción pública aún enfrenta el reto de recuperar la confianza en un proyecto que busca convertirse en un eje del transporte en el sureste.

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Gobierno de México asegura que el Tren Maya es seguro

El Gobierno de México ha subrayado en diversas ocasiones que la seguridad del Tren Maya es una prioridad. Para ello, se han implementado protocolos de resguardo que incluyen la presencia de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano en estaciones y a bordo de los vagones. En cada recorrido, personal de seguridad acompaña a los pasajeros como parte de un esquema diseñado para prevenir incidentes y brindar confianza a los usuarios.

Además de la vigilancia física, el Tren Maya cuenta con sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV) en vagones y estaciones, así como con drones de supervisión y sobrevuelos de helicópteros militares. Estos elementos forman parte de una estrategia de seguridad integral que busca minimizar riesgos en las zonas de tránsito y reforzar la percepción de protección para quienes utilizan el servicio.

Las autoridades también han anunciado medidas relacionadas con la seguridad ambiental, como la construcción de pasos elevados para fauna, programas de reforestación y evaluaciones de impacto ambiental en los tramos más sensibles. Sin embargo, críticos de la obra insisten en que estas medidas no compensan los daños potenciales en ecosistemas frágiles, especialmente en la península de Yucatán.

Se dejó de lado a comunidades originarias

Otro de los puntos clave es la participación comunitaria. El proyecto contempla consultas y mecanismos de diálogo con pueblos indígenas y comunidades locales. Aunque este enfoque inclusivo ha sido señalado como positivo, organizaciones civiles han denunciado que en algunos casos los procesos no han cumplido con los estándares internacionales de consentimiento libre e informado.

En cuanto a la percepción social, el Tren Maya genera opiniones divididas. Por un lado, se le reconoce como una alternativa de transporte que podría reducir la congestión carretera, favorecer el turismo y estimular la economía regional. Por otro, persisten las dudas sobre su operación segura tras los descarrilamientos registrados, así como los riesgos ambientales y sociales asociados a su construcción y funcionamiento.

Con estas medidas, el gobierno federal busca consolidar la idea de que viajar en el Tren Maya es seguro. No obstante, la confianza plena del público dependerá no solo de los protocolos anunciados, sino también de la eficacia con la que se atiendan incidentes y se transparenten los riesgos a lo largo del tiempo.

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