Mientras la refinería Olmeca en Dos Bocas logró su mayor nivel de procesamiento en mayo, otras plantas de Pemex profundizan su caída; el sistema sigue 37% por debajo de las metas previstas para 2025
En mayo de 2025, el sistema de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex) mostró una dinámica contrastante. Mientras la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, alcanzó su mayor nivel de actividad desde su arranque, otras cuatro plantas extendieron su tendencia negativa. A casi un año de iniciar operaciones, Olmeca procesó 114,900 barriles diarios de crudo, es decir, 33.8% de su capacidad diseñada de 340,000 barriles. Lo que representó un incremento mensual de casi 31,000 barriles frente a abril.
El repunte de Dos Bocas ocurre en el marco de caídas fuertes en los complejos de Madero (-22.2%), Minatitlán (-26.3%), Salamanca (-20.1%) y Salina Cruz (-38.5%), todas con varios meses consecutivos a la baja. En contraste, las refinerías de Cadereyta y Tula lograron aumentos de 75.1% y 56.1%, respectivamente.
Lejos de alcanzar metas de anterior administración
En conjunto, el Sistema Nacional de Refinación (SNR), sin contar la refinería de Deer Park en Texas, alcanzó en mayo un promedio de 925,000 barriles diarios procesados, apenas el 46.7% de su capacidad y un nivel 37% inferior a la meta planteada por la administración anterior de Pemex.
En julio de 2024, Octavio Romero Oropeza, entonces director general de la petrolera y hoy titular del Infonavit, prometió que para el primer trimestre de 2025 las seis refinerías mexicanas alcanzarían un millón 143,000 barriles diarios, y Olmeca operaría a su máxima capacidad con 340,000 barriles más. La realidad actual está lejos de esas previsiones.
Además de los retrasos en su arranque —más de dos años respecto a lo previsto— la refinería Olmeca ha enfrentado diversas interrupciones operativas. Incluyendo una falla de comunicación satelital en abril y paros previos en octubre de 2024 y en los dos primeros meses de este año. En mayo, la planta produjo 106,700 barriles diarios de petrolíferos. Es decir, 43,400 de gasolina Magna, 50,200 de diésel bajo en azufre y 12,300 de coque.
Retos de Dos Bocas
La producción nacional de combustibles destilados ascendió ese mes a 581,000 barriles diarios, 32% más que un año antes, pero aún muy por debajo del millón 50,000 barriles proyectados por Pemex para este periodo.
A tres años de su inauguración simbólica, la refinería Olmeca sigue sin alcanzar su meta de producción. Según el especialista Gonzalo Monroy, “probablemente para fin de año estén llegando casi al 50%, pero ese 50% de utilización no necesariamente se traduce en un volumen equivalente de producto terminado, como gasolina”.
Desde su concepción, el proyecto enfrentó complicaciones. En 2019, la licitación fue declarada desierta por inviabilidad de tiempo y presupuesto, lo que llevó al gobierno federal a encargar la obra a la Secretaría de Energía. La ejecución se dividió en seis paquetes adjudicados a distintos contratistas, decisión que ha complicado la integración técnica del complejo.
“El principal problema de Dos Bocas es haber dividido la construcción en paquetes. Eso impidió una integración óptima”, advirtió Arturo Carranza, analista del sector energético.
El costo inicial estimado de la refinería era de 8,000 millones de dólares. Hoy, según informes presentados por Pemex a la Bolsa de Valores de Estados Unidos, asciende ya a 21,000 millones. Uno de los principales cuellos de botella es el Tren 1, una planta de destilación, hidrodesulfuradoras y coquizadoras. Mientras el Tren 2, enfocado en diésel, tampoco opera a máxima capacidad.
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