Durante el tercer trimestre de 2024, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró una pérdida neta de 161,455 millones de pesos, un incremento del 104% respecto a los 79,134 millones de pesos perdidos en el mismo periodo de 2023. Este resultado refleja desafíos significativos derivados de una disminución en los precios del petróleo y una serie de factores operativos y financieros.
Disminuye 7.7% ventas totales
El precio promedio de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) cayó a 69.54 dólares por barril, un 9.7% menos en comparación con los 76.98 dólares del año pasado. Esto ocasionó una caída del 7.7% en las ventas totales de Pemex, que pasaron de 461,806 millones a 426,122 millones de pesos. A pesar de un ligero aumento en el volumen de ventas de gasolinas y diésel, los ingresos disminuyeron un 8.2% y 13.6%, respectivamente, debido a precios más bajos.
El rendimiento operativo también sufrió un golpe
Con una reducción del 98.4% en el rendimiento neto de operación, que pasó de 31,622 millones a solo 508 millones de pesos. Además, el costo de ventas incrementó su proporción en los ingresos, del 79.7% al 81.3%. Mientras que las pérdidas de PEMEX por sustracción de combustibles aumentaron un 155.5%, alcanzando 5,391 millones de pesos.
Otro factor clave fue la pérdida cambiaria
Que se disparó un 172.2%, alcanzando 130,111 millones de pesos, impulsada por la depreciación del peso frente al dólar. En el ámbito operativo, la producción de hidrocarburos líquidos cayó un 5.7%, situándose en 1.764 millones de barriles diarios. En tanto que las exportaciones de crudo disminuyeron un 41.4%, promediando 656,000 barriles diarios.
Aunque Pemex logró un EBITDA de 84,775 millones de pesos, un incremento marginal del 0.9%, el margen de refinación por barril procesado fue negativo, situándose en -1.62 dólares. Esto subraya las dificultades de la empresa en un entorno desafiante.
De acuerdo con Fluvio Ruíz Alarcón, exasesor de la petrolera, señaló en “Pemex en el tercer trimestre de 2024”, que estos resultados “reflejan una combinación de factores estructurales y coyunturales, que Pemex debe abordar con urgencia para evitar un mayor deterioro financiero”.
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