La Facultad de Ingeniería de la UNAM y Solarever realizan una colaboración para mitigar los efectos ambientales de los paneles solares tras su vida útil. También se busca promover la recuperación y reutilización de materiales clave
Dicha colaboración se centra en el desarrollo y la optimización de metodologías para la recuperación de componentes valiosos de los paneles solares usados. En la actualidad es posible reducir hasta un 80% de los materiales.
Estos esfuerzos ayudan a mitigar el problema de los residuos electrónicos y a impulsar el desarrollo de la economía circular en el sector de la energía solar.
La demanda de los paneles en nuestro país plantea desafíos ambientales significativos. Dichos dispositivos se pueden deteriorar con el paso del tiempo debido a factores climáticos, afectando su eficiencia y convirtiéndolos en residuos.
A pesar de que los paneles representan una fuente de energía amigable con el medio ambiente, la gestión de sus residuos continúa siendo un reto. Estos se hacen con silicio, aluminio, hierro, cobre y plata, los cuales pueden ser reutilizados para evitar extraer más recursos minerales.
El manejo de los componentes de los paneles
El químico José Negrete Hernández, técnico académico del Instituto de Investigaciones en Materiales aseguró que el reciclaje de dichos dispositivos no solo implica la recuperación de los materiales, sino también el manejo adecuado de sustancias con potencial tóxico.
“El proyecto busca abordar estos retos mediante la implementación de tecnologías y diseños innovadores para la gestión de residuos.”, aseveró Negrete.
El objetivo a mediano plazo es desarrollar un proceso para la recuperación de elementos de interés en los paneles gastados. Mientras que a largo plazo se busca proporcionar procedimientos fisicoquímicos de recuperación que puedan escalar a nivel industrial.
Por su parte, la coordinadora técnica del departamento de I+D Solarever, Paola Zagal remarcó que la sinergia entre la academia y la industria es importante para el éxito del proyecto.
“… La industria aporta la problemática y la academia ofrece soluciones basadas en investigaciones actuales. Esta colaboración permite la formación de equipos multidisciplinarios que trabajan de manera integral para solucionar problemas ambientales, cumpliendo con la normatividad aplicable y minimizando los impactos ecológicos.”, finalizó Zagal.
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