Se llevó a cabo un simulacro en las inmediaciones de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde (CNLV), en Veracruz, para evaluar la capacidad de respuesta por parte de las fuerzas de tarea que participan en el Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE)
Las acciones fueron encabezadas por la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), en estrecha colaboración con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Gobierno del Estado de Veracruz.
Participaron en el despliegue más de mil elementos del Gobierno de México pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar), Guardia Nacional (GN), Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Comisión Nacional del Agua (Conagua), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como de la CFE, CNPC, Segalmex-Diconsa y del Gobierno de Veracruz.
En este contexto, se activaron cinco hospitales especializados, 10 unidades médicas, 20 centros de respuesta y se revisaron refugios temporales. Asimismo, se contó con la participación de 70 vehículos, 22 ambulancias, dos embarcaciones y un helicóptero de las dependencias federales y estatales.
Protocolos de comunicación
Durante el simulacro se revisaron los protocolos de comunicación y coordinación interinstitucional dentro y fuera de la central nucleoeléctrica. Se verificó la efectividad de las acciones de notificación, evacuación, protección radiológica, atención médica y asistencia a la población. Además se activaron los principales centros de respuesta del PERE.
En cada proceso se contó con la participación de evaluadores que revisaron la implementación de protocolos y su grado de cumplimiento.
El PERE se distingue por su excepcional nivel de coordinación interinstitucional y su capacidad de respuesta. Desarrollado bajo los más altos estándares y reglamentaciones a nivel nacional e internacional. El PERE establece un modelo ejemplar en la gestión de emergencias nucleares, generando confianza entre los trabajadores de la central nucleoeléctrica y la población que vive en sus inmediaciones. Este tipo de ejercicios se realiza cada dos años desde 1990, en el marco de la cultura de la seguridad que impera en la central.
En la CNLV se trabaja conforme a la normativa aplicable y en apego a todos los estándares de seguridad, por lo cual un escenario real es muy improbable, ya que desde su diseño las plantas nucleares cuentan con múltiples sistemas de seguridad redundantes que salvaguardan su operación. Como parte del cumplimiento de la regulación de estas instalaciones es importante realizar este tipo de ejercicios para asegurar que, por remoto que sea el caso, el personal calificado tiene la capacidad de respuesta en caso de un evento.
Con estas acciones, el Gobierno de México reafirma el compromiso de generar energía eléctrica a partir de recursos nucleares de manera segura, limpia y eficiente.
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