Día a día, se pone a prueba la capacidad resolutiva y resiliente de los líderes empresariales para tomar decisiones oportunas, y de gran impacto para definir el futuro de las empresas
Idally Pedroza
Ejecutivo Comercial México y LATAM de Acclaim Energy
En el mundo, hemos enfrentado fuertes turbulencias, desde la pandemia de la COVID-19, las consecuencias de impacto geopolítico tras la guerra de Rusia-Ucrania, los cambios de administración en países latinoamericanos como Colombia y Brasil, cuyo protagonismo interregional ha marcado las pautas para enfrentar los retos a nivel macroeconómico como la inflación, las metas medioambientales aún pendientes por resolver y la gran dicotomía entre invertir en tecnologías probadas a gran escala como el gas natural o anteponer la capacidad instalada con energías renovables necesaria para cada país.
Responder a la rápida evolución de los mercados, genera presión en las corporaciones tras la toma de decisiones, se estima que deben establecer políticas más agresivas y eficaces, que les permitan enfrentar la recuperación económica, atender la crisis energética mundial, contribuir a las comunidades desde diferentes ángulos como la salud, empleabilidad, el medio ambiente; y al mismo tiempo, constituir mercados fértiles y atractivos para la inversión local y extranjera. Para hacer frente a estas condicionantes externas y alejarse del fracaso, se necesita claridad sobre “la estrategia”.
A partir de estos aprendizajes, es necesario establecer el camino para el próximo año.
Todas aquellas acciones con las que se inicia el nuevo ejercicio fiscal, con frecuencia, tienden a ser las que detonarán el impulso del resto del año. En Acclaim Energy, tras años de experiencia en la consultoría de grandes consumidores energéticos en Estados Unidos, México y Latam, hemos identificado al menos 5 acciones que internamente favorecen a la estructura de la estrategia en materia energética y el liderazgo en los mercados globales:
1 Hacer parte de las metas corporativas, las tendencias globales
De las 500 compañías más importantes de México, el 47% son firmas de origen extranjero, ello implica, que las metas corporativas están fuertemente influenciadas por la cultura organizacional del país de origen, así como las tendencias de las economías globales.
Sin embargo, alcanzar estas metas vanguardistas tienen ciertas limitaciones de ejecución en Latinoamérica, debido
a que la capacidad de respuesta lleva más tiempo por temas relacionados a las diligencias, oferta limitada de servicios especializados en el mercado, entre otros, por lo que se deben adaptar las metas y los planes de trabajo,
considerando las ventajas y desventajas que cada uno de los mercados locales posee.
Recalibrar las metas para 2023 estriba en reestructurarlas a partir de pilares como:
- Invertir en eficiencia energética y energías limpias.
- Estimar la gestión del agua como prioridad.
- Establecer planes de trabajo bajo los criterios ESG y comprometerse genuinamente a cumplir metas alineadas a la reducción de GEI.
- Desarrollar productos y servicios sostenibles.
- Explorar tecnologías capaces de ser escalables.
2 La capacitación como recurso infalible
Reconocer el valor de nuestro capital, tecnología disponible, fuerza laboral, alianzas y la reputación de su marca son elementos suficientes, para hacer frente a las exigencias del mercado. Establecer metas y retos para cada miembro del equipo, y en grupo, con el afán de detectar retos y oportunidades en materia energética, es imprescindible.
Si se carece de la capacidad y conocimientos suficientes, será buen momento para capacitarse o apoyarse de un experto que reduzca o elimine la curva de aprendizaje sobre temas como el código de red, adquisición de energía renovable, conocer el impacto de las reformas regulatorias actuales como autoabastecimiento, generación distribuida, el futuro del mercado eléctrico, entre otros. De esta manera se contará con mayor certeza en el mediano y largo plazo.
3 Evaluar y analizar la capacidad de respuesta ante la exposición de riesgos
No solo los acontecimientos internacionales y la influencia geopolítica son motivo de análisis. Las metas y objetivos
corporativos deben estar alineados a las tendencias globales, pero sobre todo fundamentadas por análisis exhaustivos, y establecer escenarios de respuesta antes los cambios regulatorios, los precios del mercado sobre las tecnologías renovables emergentes y la capacidad de respuesta ante su inminente integración en nuestra industria y operación.
Un ejemplo es, que las compañías que postergan acciones en torno a la economía circular; desarrollar productos y servicios sostenibles, integrar energías limpias en su cadena de valor y priorizar el cuidado del agua; perderán oportunidades comerciales. Debido a que los países europeos y los vecinos del norte han establecido determinantemente negociar con compañías que cumplen con estos criterios.
4 Gestionar el presupuesto con visión a largo plazo
Hay que preparar bien el escenario para crecer, realizar las previsiones adecuadas para conocer el estado de la tesorería y las inversiones que se van a poder acometer a lo largo del ejercicio siguiente es iniciar con el pie derecho.
Elaborar un presupuesto realista y adecuado a las circunstancias darán la pauta para establecer los cambios necesarios.
En este contexto, es un acierto dar cabida a externalizar servicios que permitan que un experto sugiera soluciones
al propio negocio en áreas específicas como la energía: auditar el contrato de suministro actual para localizar
oportunidades de ahorro, renegociar contratos actuales, auditar facturas de suministro eléctrico; forman parte de
algunas estrategias que expone una oportunidad para alcanzar ahorros importantes y que con ellos se prevean
inversiones futuras para la digitalización, la investigación y desarrollo u otros campos de relevancia.
5 Comunicar y reportar efectivamente las metas antes y durante el resto del año
Con frecuencia, las metas se dan por sentado, cada uno de los colaboradores entiende desde sus trincheras que sus tareas requieren de ciertos esfuerzos y compromisos; pero en materia climática y gestión de energía no hay cabida a las interpretaciones personales. La capacitación, un correcto marco de trabajo, el cumplimiento de estándares internacionales, metas ambientales, acompañadas de una clara comunicación y reportaje a los grupos de interés; son cruciales para alcanzar las metas corporativas, gracias a que todos tendrán claro cuál es la ruta de trabajo.
No tema en solicitar soporte de un experto; considere que una alianza estratégica hace la diferencia cuando se trata de liderar la industria y diferenciarse de la competencia. La inacción, representa un costo elevado cuando se pone
en riesgo la reputación de una marca y se cuestiona el liderazgo en asuntos de tendencia y relevancia global.
TAMBIÉN LEE: México debe buscar más patentes: UNAM