Las redes inteligentes permiten la automatización para responder a los cambios en la demanda de consumo. Esta innovación va acorde a la planeación que impulsa la CFE a través de los Programas de Ampliación y Modernización de la Red Nacional de Transmisión y las Redes Generales de Distribución
El aprovechamiento de las tecnologías se ha hecho fundamental para todos los ámbitos económicos. Incluso en el sector energético, donde ya se ha comprobado que los software de operación reducen los costos de las empresas que los implementan, ayudando por partida doble: a la sustentabilidad y a las finanzas de la empresa.
En México, la tecnología que permite esta innovación se basa en baterías de litio, las cuales almacenan electricidad para poder usarla en las horas más saturadas para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), reduciendo drásticamente los costos.
En un modelo que ha sido impulsado por tecnología de la empresa Quartux y que plantea soluciones para industrias de sectores tan diferentes desde la manufactura, hoteles, aeropuertos, hasta supermercados.
El valor de este tipo de acciones es notorio cuando se tocan temas como el cambio climático y la época pospandemia, que piden necesariamente que se use la energía de una forma más inteligente, a través de un software que toma decisiones con base en estadísticas en tiempo real, ante variaciones, horas pico de consumo e incluso apagones.
Aprovechar ventajas
Las redes inteligentes permiten la automatización para responder a los cambios en la demanda de consumo. Esta innovación va acorde a la planeación que impulsa la CFE a través de los Programas de Ampliación y Modernización de la Red Nacional de Transmisión y las Redes Generales de Distribución, que incluyen obras de ampliación y modernización necesarias para buscar minimizar los costos de prestación de servicios. Este proyecto implica también el uso de software inteligente a favor del medio ambiente.
Esta ventaja tecnológica puede generar hasta un 40% de ahorro en los recibos de luz, ya que este tipo de sistemas se adaptan a las necesidades de cada empresa, sobre todo aquellas que necesitan grandes cantidades de electricidad para poder funcionar. Además de proporcionar respaldo energético y mejora en la calidad de la energía.
Según información de Quartux, este tipo de equipos tienen la capacidad de adaptarse a los consumos de cualquier empresa y ayudan a disminuir las unidades de dióxido de carbono (kg CO2 eq) que suelen ser emitidas por distintos sectores industriales.
En cuanto a la inversión, la instalación puede variar de 100 mil a 400 mil dólares, los cuales se recuperan en un periodo de 2 a 4 años, con equipos con vida útil de 20 años.
Así se genera una mancuerna perfecta entre el aprovechamiento de recursos que plantean disminuir la dependencia de combustibles fósiles, que es necesario para cualquier empresa que quiera ser socialmente responsable con el planeta y reducir su huella de carbono a largo plazo.