Los miembros del G7 representan el 30% de la demanda de energía mundial y 25% de las emisiones de CO2 del sistema energético
Las economías del G7 están posicionadas para ser pioneras en reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2)de la industria pesada y pueden establecer un camino para el resto del mundo, consideró un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA).
🗣 “There is no way to reach #NetZero without dramatic reductions in emissions from heavy industry, & @G7 economies have both a responsibility & an opportunity to take a leadership role in driving that forward.”
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— International Energy Agency (@IEA) May 19, 2022
Asimismo, el reporte destacó que los miembros del G7, conformado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, representan alrededor del 40% de la economía mundial. Además del 30% de la demanda de energía y el 25% de las emisiones de CO2 del sistema energético.
Del mismo modo, las emisiones directas de CO2 de la industria pesada ascienden a alrededor de 6 mil millones de toneladas por año; esto es más de una sexta parte de las emisiones totales de CO2 del sistema energético global.
En el caso de los productores de acero y cemento en particular enfrentan desafíos únicos para reducir drásticamente su huella de emisiones. De acuerdo con el reporte, la industria pesada es responsable de más del 15% del uso de carbón; y alrededor del 10% del uso de petróleo y gas en los miembros del G7.
Lo anterior, señaló la IEA, provoca que la transición neta cero en la industria pesada sea un pilar importante para reducir la dependencia de los combustibles fósiles en el G7 tras la invasión de Rusia en Ucrania.
“Muchas de las tecnologías para reducir significativamente las emisiones de la industria pesada aún se encuentran en la etapa de prototipo o demostración; los mercados internacionales competitivos para productos industriales pesados a menudo dan como resultado márgenes de ganancia que son demasiado pequeños para cubrir los costos iniciales más altos de integrar procesos de emisión”, apuntó la IEA.
En ese sentido, como parte del reporte, la agencia estableció una caja de herramientas que el G7 puede aprovechar; y recomienda para que se establezcan objetivos ambiciosos para la transición energética a largo plazo en la industria pesado. Esto a la par de que se respalden los proyectos comerciales iniciales y de demostración; a través de financiamiento específico y otras medidas de mitigación de riesgos.
También el informe pide a los gobiernos que adopten umbrales estables, absolutos y ambiciosos para la producción de materiales con emisiones cercanas a cero.