Generación distribuida, un acercamiento con lupa

El mercado de la generación distribuida tiene potencial y conlleva diversas alternativas considera Juan José Bulos, director de Beetmann Power

Juan José Bulos Salim
Director de Beetmann Power

A raíz de la reforma energética y la transición a la nueva Ley de la Industria Eléctrica (LIE) se han abierto alternativas muy interesantes para los consumidores en el país. En particular, la generación distribuida que ampara el concepto de centrales eléctricas lo más cercanas al centro de carga, y con una capacidad en 0.5 mw de potencia instalada.

Dentro de este supuesto, nos encontramos con tres diferentes alternativas para el aprovechamiento de dicha energía:

Net Billing

El propósito de este esquema es la instalación de un sistema fotovoltáico en un centro de carga existente, en el que la energía producida se venderá a Comisión Federal de Electricidad (CFE) al precio marginal local y se abonará a una cuenta bancaria del dueño del sistema fotovoltáico.

Net Metering

El propósito de este esquema es generar energía e inyectarla a la red. Además, al final de cada mes, hacer un balance ante CFE, entre la energía consumida y la generada y pagar únicamente el diferencial de la que no se generó en el sitio.

Venta total

Igualmente, el propósito de este esquema es instalar un sistema fotovoltáico en un lugar donde el precio marginal local sea alto, de tal forma que 100% de la energía que se genera será vendido a CFE. La intención de este esquema es realizar una inversión en energía renovable para la venta exclusiva de la misma.

Tecnología beneficia a usuarios

Al pasar de los años hemos visto avances tecnológicos muy notables, los cuales han permitido tener costos de proyectos mucho más asequibles, beneficiando a los usuarios que han decidido hacer una inversión en energías renovables. Más aún, los cambios en las estructuras tarifarias de CFE permiten obtener mejores retornos sobre la inversión y recuperaciones de las mismas en períodos cortos de tiempo.

Inicialmente veíamos un mercado más activo en el sector residencial; alrededor del 65% de los sistemas interconectados en el esquema de generación distribuida eran proyectos menores a 50 kwp.

También a partir del 2019 se han visto incrementos en el comercial e industrial. De acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) en 2019 se interconectaron alrededor de 270 sistemas fotovoltáicos mayores a 100 kwp, cifra que es prácticamente el doble que los instalados en 2017.

Por consiguiente, esto nos demuestra que el interés en el sector industrial se ha acrecentado, particularmente por las estrategias de las empresas en reducir tantos sus costos como sus emisiones de gases contaminantes.

Ganar-ganar

Adicional a los beneficios medioambientales de este tipo de tecnologías, desde un punto de vista económico y fiscal nos encontramos con beneficios únicos.

El principal, además de los ahorros que brinda el sistema fotovoltáico en sitio es el beneficio fiscal que se otorga en la Ley del ISR. En el cual las personas morales que adquieran o realicen inversiones en energías renovables, pueden acudir a la depreciación acelerada de la inversión; es decir, deducir el 100% de su inversión desde el año que incurren en ella. Desde un punto de vista de planeación estratégica, este beneficio puede traer interesantes ventajas en la liquidez de los negocios.

Finalmente, en Beetmann estamos seguros que para asegurar un futuro lleno de vida, debemos impulsar estas tecnologías. No solamente asegurando la viabilidad económica de los proyectos; sino enfocando los esfuerzos en los beneficios que traerán a las generaciones futuras los cambios que realicemos desde hoy.

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