Lo que se necesita trabajar en 2021 en energía a nivel global es el tema de la eficiencia energética, para aprovechar mejor los recursos naturales
Ramsés Pech
Grupo Caraiva – León & Pech Architects
Cambiar los días en el calendario con buenas intenciones, no solucionará la crisis energética que continúa en el mundo.
La OPEP+ indicó que existe una alta incertidumbre de la recuperación de la demanda de los combustibles:
“Los viajes, el turismo, el ocio y la hostelería siguen viéndose afectados. Nuestras proyecciones muestran que habrá un repunte en la segunda mitad de 2021, con potencial alcista. Sin embargo, podría pasar otro par de años antes de que estos sectores vuelvan a los niveles anteriores al COVID-19; con el correspondiente impacto rezagado en la demanda de petróleo”.
En este momento hay que dejar claro, el mundo depende de los hidrocarburos hasta el día de hoy y en lo futuro; tanto económicamente como en su transformación para convertirlos en portadores de energía. El crudo se utiliza en gran parte para su refinación y uso en transporte. El gas natural, en generación de electricidad y petroquímica.
El mundo dice que vayamos hacia las energías renovables; hagámoslas, creamos en ellas, usémoslas, y tomemos de las energías primarias lo necesario como el aire, agua y vapor. Pero nos está sucediendo lo mismo que ocurrió durante la revolución industrial; lo que ocasiona hoy como consecuencia la mala planeación, con decisiones económicas de mediano plazo; cuyo resultado en el siglo XXI es el Cambio Climático, la contaminación y la toma de una mayor cantidad de materias primas o recursos naturales.
¡Hay que dejar en claro!
La energía existe en la naturaleza, la tomamos y la transformamos por medio de equipos que con el intelecto de la humanidad fueron creados, nombrados avances tecnológicos; y después los utilizamos para la vida cotidiana de todas nuestras actividades económicas, sociales o de desarrollo. Pero desde la evolución obtenida en cuestión a la mejora de la calidad de vida; lo cual continuamos haciendo, nunca ha sido el aprovechar al máximo lo que tomamos de nuestro entorno.
Somos una humanidad que desperdicia, toma y no regenera. Hoy en el mundo, para el 2021 debemos de aprender a tener lo necesario y maximizar la utilización de la energía; para tener una menor cantidad de desperdicio o rechazo en forma de calor, de contaminantes; o la toma de materias primas que no podrán ser restituidas, como los minerales.
Cada equipo que creamos para transformar la energía primaria en combustibles o electricidad, requiere tomar un cierto porcentaje de minerales de nuestra madre tierra. Llegará el momento en que no será suficiente para cubrir la demanda requerida; creando una alta ineficiencia mundial del cómo utilizamos cada recurso.
En un informe del Grupo Banco Mundial, se señala que la producción de minerales, como el grafito, litio y cobalto; podría experimentar un aumento de casi un 500%, del 2020 a 2050, para satisfacer la creciente demanda de tecnologías de energía limpia. Se estima que se requerirán más de 3 mil millones de toneladas de minerales y metales para la energía eólica, solar y geotérmica; así como para el almacenamiento de energía, y lograr una reducción de la temperatura por debajo de los 2 °C en el futuro. http://bit.ly/38e9qSX
Entonces, ¿Cómo evitar acabarnos cada recurso de la naturaleza? Simplemente convertirnos en seres más eficientes y convertir al mundo en:
Minimalistas energéticos
Es decir, se tomará solamente lo esencial de la energía para no tener ningún elemento sobrante o accesorio; dentro del proceso de la transformación y uso de la energía.
En un reciente estudio realizado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), se expone que “la eficiencia energética genera más del 40% de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; relacionadas con la energía durante los próximos 20 años en el escenario de desarrollo sostenible de la misma agencia; que muestra cómo encaminar al mundo para lograr los objetivos internacionales de clima y energía en su totalidad”. IEA (2020), Eficiencia energética 2020, IEA, París; http://bit.ly/2XesyKg
Además, se espera que las inversiones en nuevos edificios, equipos y vehículos energéticamente eficientes disminuyan en 2020; ya que el crecimiento económico cae aproximadamente en un 4.6% y la incertidumbre sobre los ingresos afecta la toma de decisiones de los consumidores y las empresas.
Las ventas de automóviles nuevos cayeron más del 10% a partir de 2019, lo que mantendrá el parque general de vehículos más antiguo y menos eficiente; aunque se prevé que la participación de vehículos eléctricos en las ventas de automóviles nuevos crecerá al 3.2%, frente al 2.5% de 2019.
En México, ante esta situación, debemos de evaluar en forma segura como aportación, la evaluación correcta de los oxigenantes utilizados en la gasolina; cuyo objetivo es tener un mejor rendimiento para alcanzar una combustión completa. Ligado al nuevo acuerdo de importación de combustibles que permite tener una mejor calidad en las estaciones de servicio; al estar empresas con permisos de más de 20 años como Valero, Shell, Exxon Mobil,; y que han apostado en México.
Tenemos la oportunidad de tener acceso a combustibles, como el diésel de Valero, llamado renovable. Entonces, el mundo requiere para el 2021: eficiencia energética.
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