Como consumidor de energía es crucial evaluar opciones, compromisos legales e implicaciones económicas de permanecer en determinado contrato o considerar alternativas
María José Treviño
Directora general de México en Acclaim Energy.
El modelo de autoabastecimiento está congelado. Una de las prioridades del actual gobierno es reducir la competitividad de los proyectos legados, cuyos permisos responden a una ley previa a la Reforma Energética. Aunque, a raíz de la reforma se promulgaron actualizaciones en la estructura y operación del mercado eléctrico mayorista, el esquema pasado resulta muy atractivo para algunos consumidores.
La incertidumbre y golpes económicos han incitado a la defensa a través de procesos jurídicos, negociaciones y la necesidad, por parte de los consumidores de transitar a un esquema con menor riesgo regulatorio y similar beneficio económico.
En principio, el esquema de autoabastecimiento era muy atractivo para grandes empresas consumidoras de energía, que por su calidad crediticia pueden comprometerse a través de contratos a largo plazo y soportan el desarrollo de proyectos de gran escala. Además, fue el primer esquema que permitió a estas grandes empresas consumir energía desde fuentes renovables. El apoyo que recibieron estos proyectos, en costos de transmisión y distribución, para incentivar el desarrollo de generación a través de fuentes no-contaminantes permitió que compañías con cientos o miles de puntos de carga, como sucursales de banco o tiendas de autoservicios, pudieran participar.
Competitividad
La competitividad generada a través de la eficiencia en costos de generación y tecnología se complementa con los beneficios en porteo y el respaldo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por estas razones, muchas empresas consumidoras de energía han optado por volverse socios de estos proyectos, sin embargo, los recientes cambios regulatorios llevan a muchos a reconsiderar su posición.
En estos últimos meses, el autoabastecimiento ha sido constantemente atacado; la más reciente resolución publicada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) decreta un freno a los proyectos legados, y por lo tanto a los consumidores. Aunque en la práctica ya era visible, con esta modificación se hizo oficial el freno al posible incremento de cargas y capacidad a los permisos existentes. Es importante recordar que las empresas son dinámicas, los consumidores abren y cierran sucursales, realizan expansiones en sus plantas y cambian su perfil de consumo a raíz de ajustes operacionales ocasionados por fluctuaciones financieras o cambios en su mercado. Limitar el esquema de autoabasto significa revocar la posibilidad de que estas grandes consumidoras de energía adquieran suministro a precios competitivos y desde fuentes renovables.
Autoabastecimiento
El esquema de autoabastecimiento no puede convivir con el de suministro calificado. Antes se permitía tener a dos generadores suministrando el mismo punto de carga, a través de permisos legados y además siempre contar con respaldo de CFE Suministro Básico, quien también otorgaba un porcentaje de energía. Este freno al autoabasto significa que si existen expansiones en el centro de carga que requiera capacidad adicional, el permiso actual no se podrá modificar, ni sumar algún otro generador, sino que el excedente estará expuesto a la tarifa regulada por suministro proveniente de CFE. Estos retos se empalman con los costos elevados de transmisión y distribución, cambio presentado hace algunos meses. El impacto económico para consumidores bajo este esquema podría ser muy significativo dependiendo el caso.
Por otro lado, están las empresas consumidoras de energía que firmaron contratos a futuro. ¿Qué va a pasar con esa inversión en proyectos existentes y en desarrollo y los que están en etapas tempranas? Estos requieren de años de planeación, análisis de viabilidad y cientos de millones de dólares en inversión y compromisos. Los cambios presentados para el esquema de autoabastecimiento ocasionan incertidumbre y limitantes en inversión; que es sumamente necesaria para el crecimiento y desarrollo de México.
Incertidumbre
Las empresas que firmaron contratos de autoabastecimiento con proyectos que aún no están operando tienen un riesgo significativo. Las posibilidades de conectar los centros de carga son bajas y con esta nueva modificación, aún más. Muchos consumidores en esta posición evalúan los compromisos contractuales e implicaciones económicas que se asumen al permanecer en el contrato con el generador. El problema es que cada mes que pasa lleva un costo de oportunidad para la empresa ya que existen opciones muy atractivas en el mercado eléctrico mayorista o bajo esquemas de generación en sitio. Actualmente, el mercado ofrece ahorros que típicamente rondan entre 10 y 20 por ciento.
Las empresas grandes consumidoras de energía que firman contratos con privados buscan dos elementos: beneficio en costo y el cumplimiento de sus metas corporativas de sustentabilidad.
El proyecto debe hacer sentido económico, por lo que la evaluación de permanecer en el contrato actual implica la consideración de penalizaciones por terminación anticipada, costos evitados en incrementos de transmisión y distribución, requisitos de inversión en equipo de medición para lograr una transición a suministro calificado, tiempo perdido y su costo de oportunidad y riesgo regulatorio. Se tienen que contemplar los planes de la empresa a futuro, su perfil de consumo y riesgo para entender su posibilidad de expansión, cambios en operación y variables que pudieran impactar el presupuesto de la empresa.
Consumidor afectado
Estas últimas modificaciones no solamente impactan a los generadores que apostaron por México, sino que también afecta de manera importante a los consumidores involucrados y al esquema de autoabastecimiento y cogeneración. Como consumidor de energía es crucial evaluar y entender las opciones que existen, los compromisos legales e implicaciones económicas de permanecer en el contrato o considerar alternativas. De esto dependerá la eficiencia económica y cumplimiento de metas de sustentabilidad hacia el futuro.