Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- La nueva política energética emitida por la actual administración, no solo ajustó a la baja las metas de producción petrolera, sino que implicaría la disminución de los ingresos por exportaciones de crudo, además de que se contrapone al Capítulo 28 de buenas prácticas de reguladores del recién firmado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aseguró Ramsés Pech, a. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects.
Luego de la difusión del Memorándum, donde el Presidente establece la nueva política energética a la que deben ajustarse los órganos reguladores del sector (CRE, CNH y Cenace), así como las directrices a seguir, el especialista señaló que esto confirma que no hay dinero para Petróleos Mexicanos (Pemex) ni para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para cubrir toda la demanda de crecimiento que necesita el país, así como el hecho de que no llegarán a 1.2 Millones de barriles en diciembre como se ha comentado, si no será hasta 2022. “La máxima producción esperada de Pemex con socios sería de 2.2 millones de barriles al 2022.”
Destaca que el documento prevé la posibilidad de dejar de exportar crudo y cumplir con compromisos por 660 mil barriles, y que solo podría cubrir el mercado de Estados Unidos. “Para 2022 se requerían alrededor de 750 a 800 mil barriles de crudo ligero, hoy producimos 550 mil barriles y el pronóstico sería producir en total entre 40 a 45%”, solo un aumento de 5%.
En caso de disminuir o dejar de exportar crudo, se reducirían los ingresos y se desconoce si la Secretaría de Hacienda cuenta con alguna estrategia para compensar las divisas que pudieran entrar al país con base al tipo de cambio estimado entre los 22 a 23 dólares. Hay que recordar que Pemex y CFE entregan en pesos y, “ahora hay que dar más presupuesto ante la depreciación del peso ante el dólar en 2020 y mantener el tipo de cambio al mismo orden.”
Ramsés Pech agregó que CFE pretende realizar inversiones en nuevas plantas, pero dependerá de la cantidad de dinero disponible, ya que los proyectos se pagan en dólares.
Afirmó que “el texto contrapone los acuerdos firmados y consensuados dentro del TMEC”, en particular al Capítulo 28 sobre buenas prácticas de reguladores, cuyo objetivo es facilitar el comercio la inversión, y el crecimiento económico a través de la implementación de prácticas gubernamentales promover la calidad regulatoria.
