Samantha Garnica
Especialista en derecho energético, con experiencia en el sector público y privado. Funge como Directora de Relaciones de Women´s Energy Network.
Ciudad de México (Mayo 2020).- Sin infraestructura y con un excedente de combustibles y baja demanda, ¿qué hará PEMEX para almacenar la gasolina y diésel producto de la refinación del petróleo en sus refinerías? Derivado de las medidas tomadas para disminuir los contagios por COVID-19, la demanda de combustible en las últimas semanas ha disminuido al menos en un 60% en México. Lo anterior, le genera un problema realmente importante a PEMEX, toda vez que México no cuenta con la capacidad de almacenamiento necesaria.
De conformidad con la Secretaría de Energía, México actualmente cuenta con 74 terminales terrestres con una capacidad de almacenamiento de casi 12 millones de barriles, misma que se encuentra prácticamente a tope. Debido a la falta de infraestructura en el país, México sólo tiene almacenamiento para gasolina y diésel para suministrar al país, en condiciones normales, durante aproximadamente sólo 3 días, siendo una de las naciones a nivel mundial con menos capacidad de almacenamiento de petrolíferos.
Ahora bien, es importante considerar que Pemex ha modificado su modalidad de compraventa de combustibles en el extranjero, cambiando en su mayor parte, de contratos de futuros a contratos de compraventa a largo plazo, lo que no le permite tener flexibilidad respecto a la demanda.
Actualmente, se encuentran detenidos frente a las costas mexicanas, buques-tanques que contienen combustible comprado a otros países por PEMEX. El sitio web Marine Traffic muestra al menos 76 buques-tanques cargados de combustible esperando poder descargar, lo anterior, debido a la falta de capacidad de almacenamiento en México; cada uno de los buques-tanques tiene en promedio una capacidad de 200 mil a 300 mil barriles de combustible. De acuerdo con los especialistas, el costo diario por tener detenidas cada una de las embarcaciones ronda entre los 25 mil y 30 mil dólares, dependiendo de las propias condiciones de cada uno de los contratos. Algunas de las embarcaciones tienen más de una semana sin poder descargar el combustible, por lo que las tarifas por demora siguen corriendo. Es importante señalar que México no es el único país en el mundo que se está quedando sin espacio para almacenamiento de petrolíferos.
Por otra parte, las posibilidades de que PEMEX pueda devolver el combustible que se encuentra en los buques-tanques esperando poder desembarcar son prácticamente nulas, por lo que PEMEX deberá de buscar la manera de negociar con los proveedores disminuciones en las tarifas por demora en lo que encuentra la manera de recibir el combustible. Si bien, no es viable invocar fuerza mayor en los contratos relativos a aquellos buques-tanques que se encuentran detenidos en costas mexicanas, puede existir la posibilidad de que se invoque fuerza mayor en los contratos que se encuentran para entrega en los próximos meses.
No obstante lo anterior, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha afirmado que para atemperar la crisis del país y la caída de los precios del petróleo, se refinarán un millón de barriles diarios, sin embargo, aparentemente no ha considerado el gran problema al que se tendrá que enfrentar de almacenamiento, pues, aún cuando no recibiera el producto que se encuentra en los buque-tanques detenidos, no le alcanzaría la infraestructura de almacenamiento que hay hoy en día en México.
Especialista en derecho energético, con experiencia en el sector público y privado. Funge como Directora de Relaciones de Women´s Energy Network.
Cuenta con una maestría en Derecho del Petróleo y Gas por la Universidad de Aberdeen, Escocia y una maestría en Derecho de los Negocios por la Universidad Anáhuac. Se encuentra certificada como perito en criminalística práctica
Bomba de tiempo en petrolíferos: baja demanda y escasa infraestructura de almacenamiento
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