Pedro Mentado
Editor de Energía Hoy
Hay un dicho popular: “Con dinero baila el perro y sin dinero bailas como perro”, en ese tenor está el sector energético y la economía nacional. Necesita dinero para reactivarse. Pero no solo dinero, también ideas y nuevas propuestas. Los mexicanos en tiempos de desgracias se unen y sacan la casta.
Los empresarios no son la excepción. Iniciativas de apoyo aparecen, solamente necesitan un integrador, que puede ser el mismo gobierno, canalizar todas esas ideas para enfrentar la crisis y salir de ella.
Aunque en el horizonte no se ve para cuando termine la pandemia de COVID-19, puede derivar hacia muchos escenarios. México todavía está en el inicio de la curva. Casos confirmados, decesos, recuperados, indicadores que tienen al país en alerta. Al final los números quedarán para la historia.
La realidad es que la gran preocupación es la “economía”. En el mediano plazo se prevé una recesión global que solamente se compara con los tiempos de la segunda guerra mundial. Las previsiones indican que el PIB del país se puede desplomar hasta 8%. Una tragedia.
¿Qué necesita México? La inversión privada nacional y extranjera. Dinero fresco, porque las arcas del gobierno federal están limitadas y las necesidades de este país, son muchas. La política de impulsar a Pemex y CFE desde el gobierno federal se tendría que revaluar o en su caso seguir, pero con el apalancamiento del sector privado.
¿Qué sectores serán afectados? Todos. Unos más otros menos. En los análisis más recientes ven al sector petrolero, el más perjudicado, por la caída de los precios en toda la cadena: upstream, midstream y dowstream.
El sector eléctrico. Un abogado me dijo un día: el sector petróleo puede parar, pero sin el sector eléctrico se cae el país. Y si, hoy sector eléctrico es un sector estratégico y más en la emergencia sanitaria. Las energías renovables, sufrirán, pero seguirán siendo una tendencia mundial.
Cuando acabe la amenaza COVID-19, el mundo y México serán otros. El virus hizo recordar que tan endeble es la humanidad y el hábitat. Y quizás hará replantear a las corporaciones las estrategias de negocio, hay una amenaza que nos espera a la vuelta de la esquina. Los efectos e impactos del cambio climático.
Por lo pronto, al hacer escenarios 2020 y 2021, los números no cuadran, el gobierno y el sector privado se necesitan, uno para lograr que los objetivos de la política pública y el otro para hacer negocios. La inversión privada puede significar la vacuna contra lo que deja la pandemia.
Pedro Mentado
Energía Hoy
México saca lo mejor y lo peor en la crisis del COVID-19
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