Samantha Garnica González
Especialista en derecho energético
La industria energética a lo largo de la historia ha sido considerada como una industria sólo para hombres. Hoy por hoy, la diferencia entre la cantidad de hombres y mujeres en esta industria es muy alta, siendo una de las que menos mujeres tiene trabajando, sin embargo, poco a poco, las mujeres hemos demostrado ser capaces de poder hacer el mismo trabajo que los hombres.
Existen varias razones por las cuales las mujeres no tienen alta presencia en la industria energética, entre ellas: la falta de oportunidades, la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral, principalmente porque la responsabilidad de los hijos recae sobre ella, los estereotipos de que la responsabilidad de cuidar la casa es exclusiva de la mujer, largas jornadas, la falta de un entorno laboral libre de violencia de género y acoso sexual, falta de modelos femeninos en puestos directivos, la barrera de la educación, entre otros. La desigualdad de géneros en la enseñanza de las carreras STEM (acrónimo para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) por un tema de percepciones de género en los que las normas sociales y culturales limitan las opciones educativas de las mujeres marcando estereotipos de que ciertas carreras son sólo para hombres, ha tenido gran peso en el poco interés de mujeres en el sector. Como sociedad, necesitamos impulsar más a las mujeres desde pequeñas para incentivarlas a estudiar y mantenerse en carreras STEM, así como crear las condiciones necesarias para que existan oportunidades de empleo para las mujeres, debiendo eliminar los obstáculos para acceder al mercado laboral no sólo en puestos administrativos, si no también técnicos.
En el 2017 comenzó la formación de Women´s Energy Network con la participación de mujeres y hombres expertos en temas energéticos, buscando entre otras cosas, visibilizar los papeles que desempeñan las mujeres en el sector. En WEN buscamos terminar con ese estigma y desafiar las normas sociales y culturales, buscando el fomento y capacitación para que más mujeres se interesen en carreras STEM, se mantengan en ellas y que ocupen esos puestos que se tiene la idea de que son sólo para hombres. Debemos cambiar ese paradigma de que es un mundo de hombres, si no que tanto mujeres como hombres se pueden concebir como pares.
Un estudio desarrollado en el 2018 por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ), la REDMEREE y la Secretaría de Energía, “La Hoja de la Ruta de Género para la Transición Energética” indica que, del total de estudiantes en carreras relacionadas directamente con la energía, tan sólo 21.4% son mujeres. El estudio revela que en el ámbito laboral en México, del total de mujeres en el sector, sólo el 0.46% ocupan cargos de decisión. A nivel gubernamental, el estudio presenta que las mujeres representan el 24.5%, y a nivel de puestos de decisión únicamente representan el 0.5%.
A pesar de representar el 48% de la fuerza laboral global, las mujeres en la industria energética únicamente representan el 22% (IEA, 2020), menos del 6% son puestos técnicos y menos del 1% son puestos directivos en el sector (EHRC, 2017).
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) recopilados por el Observatorio Laboral muestran que el número de profesionistas concentrados en el área de las ingenierías es 81% de hombres y únicamente 19% de mujeres.
Para cambiar este paradigma y permear en la perspectiva de género, entre muchas otras cosas, es importante considerar que también necesitamos cambiar el estereotipo desde la familia, en las escuelas se deben de identificar las habilidades que puedan tener las niñas desde pequeñas, impulsar sus fortalezas y habilidades, e incluso entender que las matemáticas no son cuestión de género. Desde el gobierno, se deben de crear políticas públicas con perspectiva de género. Respecto al tema laboral, las empresas requieren iniciativas que permitan la equidad de género en toda la industria, entre ellas, reclutar por habilidades y competencias, no por género, abrir canales de denuncia accesibles tanto a mujeres como a hombres que trabajen en la empresa, cero tolerancia a cualquier tipo de acoso, atender situaciones de violencia, implementar programas desde una perspectiva de género y políticas que permitan mejores condiciones para ambos sexos, así como poder asegurar la conciliación de la vida laboral y personal. No obstante, la lucha para romper el techo de cristal es difícil, pues debemos de tomar en cuenta que en general, la industria involucra actividades de alto riesgo, exigencia física y largas jornadas.
La industria energética es una industria atractiva y apasionante y puede otorgar un abanico de oportunidades tanto para ingenieras, geólogas, investigadoras, abogadas, financieras, etcétera. He perdido la cuenta de cuántas veces me han preguntado el cómo es que una abogada termina trabajando en esta industria, es más, la mayoría desconoce que una persona se puede especializar en este tipo de derecho pues en general, no es algo que nos enseñen en la licenciatura, sinceramente. La verdad, un día me encontraba pensando en que no quería dedicarme a hacer divorcios y cosas similares, e investigando descubrí que podía especializarme en este sector. Fue así como tuve que comenzar a involucrarme en conceptos base y entender desde cómo se realiza una perforación, cómo se pueden mitigar los riesgos en la fractura hidráulica, el uso de combustibles como la biomasa o la protección del suelo, aire y agua. Aunque suena complicado, todo eso provoca que sigas queriendo involucrarte y aprender más y más.
Como sociedad, debemos de trabajar en estrategias que permitan la presencia de las mujeres en el sector y aprovechar todo el potencial y conocimiento de las mujeres. La equidad de género tiene que ver con reconocer las habilidades y comportamientos de las mujeres y su talento y aptitudes.
Como mujeres tenemos que tomar riesgos y salir de nuestra zona de confort, seguir capacitándonos y buscar crear alianzas para crecer profesionalmente, eliminar el miedo que se puede tener a trabajar en una industria excluyente y preponderantemente de hombres y vencer los obstáculos que se nos presentan.
En WEN impulsamos a que más mujeres se unan en espacios donde se realizan la toma de decisiones de la industria, lograr que las mujeres lleguen a altos cargos y puedan tener voz. Conectándonos en este tipo de espacios se permitirá y abrirá la puerta a que la diversidad de género sea más visible.
Hay enormes desafíos que se presentan para cambiar la percepción de género en el sector, pero debemos explotar esas habilidades que las mujeres tenemos diferentes a los hombres, y lograr ese impacto que tanto buscamos.
Samantha Garnica González Especialista en derecho energético con experiencia en el sector público y privado. Directora de Relaciones de Women´s Energy Network.
Cuenta con una maestría en Derecho del Petróleo y Gas por la Universidad de Aberdeen, Escocia y una maestría en Derecho de los Negocios por la Universidad Anáhuac. Se encuentra certificada como perito en criminalística práctica.
Contacto: samantha.garnica@hotmail.com
La mujer y el sector energético
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