Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- Un grupo de ingenieros eléctricos, especializados en Código de Red (CR) y encabezados por Santiago Barcón, integrante del Comité de Consultivo Confiabilidad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ha emitido un sello de que garantizará la profesionalidad, la seriedad y el expertis de los estudios de Código Red. Esto evitará que los Centros de Carga o las empresas que deben cumplirlo y contraten servicios de asesores caigan en manos de improvisados, aprovechados o con personas con escasos conocimientos que no les van a entregar un estudio profundo y una solución de lo que exige el órgano regulador.
En entrevista con Energía Hoy, dijo que el sello busca darle seriedad a la calidad de estudio, la profundidad ingenieril, que la propuesta de solución no sea sesgada, que cubra todos y cada uno de los puntos del Código de Red, “porque hay algunos que se enfocan a calidad energía, otros se enfocan a la parte de comunicación y muy pocos a corto circuito y coordinación que es un área importantísima.” Aclaró que el sello no tiene nada que ver con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ya que este órgano no certifica ni avala a ninguna empresa en este aspecto.
Lo importante es delimitar la calidad de los estudios, de aquellos oportunistas o improvisados que no saben hacerlos, comenta. El equipo de expertos conformado por Barcón Palomar con frecuencia es contratado para hacer estudios de Código de Red por segunda ocasión, es decir, la empresa ya había recurrido a los servicios de ‘asesores’ que solo les entregaron “6 u 8 hojitas, con graves errores técnicos básicos, confunden el sistema con la carga o recomiendan soluciones sesgadas para que solo les compren el equipo, da pena ajena de verdad.”
Los beneficios del Código de Red que va a tener tanto el usuario como la red, se pierden por hacer las cosas a medias o por aprovecharse del cliente, y peor aún sin la garantía de cumplimiento del CR. Citó como ejemplo el caso un abogado petrolero que a un restaurantero le quería cobrar 250,000 pesos para que no le cayera la multa de la CRE, cuando de los 19 establecimientos que posee 18 están en baja tensión, a los que no aplica el CR, lo estaba robando, pero como se ha vuelto un tema caliente logran espantar a la gente.
El sello garantiza que el estudio esté bien hecho, porque en general es muy difícil que el personal de un centro carga o los gerentes de mantenimiento tengan los conocimientos suficientes, por la gran variedad de áreas de la ingeniería eléctrica. En pocas ocasiones están 100 por ciento enfocados a la parte eléctrica y cuando lo están “se preocupan más de la continuidad de la operación que de la seguridad y no los culpo, ya bastantes problemas tienen con que la planta no se detenga.”
También hay casos en que “es difícil que los ingenieros tengan el conocimiento pleno de la operación del sistema eléctrico de potencia, distribución, transmisión y generación y, además de la operación de los centros de carga, es muy difícil.”
De manera que el sello es la garantía que avala el apoyo de todos los socios a nivel nacional quienes llevan décadas haciendo ingeniería eléctrica tal y como debe ser, ya que se actualizan constantemente.
Siempre estamos asistiendo a congresos, leyendo sobre los temas relacionados. Es triste, pero pocos ingenieros se mantienen al día, no van a los congresos no son miembros de The Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), no participan en los Colegios de Ingenieros. Cuando no se aprende algo nuevo se vuelve uno menos eficiente, prevalecen los vicios, no hay forma de checar contra quien.
Realmente no hay lo que yo le llamo -algo que sí tenemos todo el equipo- “pasión por la ingeniería”. Cuando tienes pasión por algo, como en cualquier profesión, cuando hay entrega no se está nada más ahí por el dinero sino por marcar una diferencia.”
“Presentamos continuamente ponencias en diferentes lugares, tanto en México como en el extranjero, promovemos activamente el cumplimiento de las normas, no solo el Código de Red, sino también las relacionadas con la seguridad personal, que es precisamente una de las ventajas del Código de Red, la cual obliga a las empresas a garantizar sus equipos de protección.”
Ésta última, busca que en el caso de una falla no explotan y si lo hacen reducir en la medida de los posible el impacto, aunque las posibilidades de que se salve una persona es baja porque son cantidades de energía que se liberan en un corto circuito son tremendas y, si es en alta tensión hay partes de cerámica, explotan y las esquirlas se vuelven proyectiles.
Las explosiones son más frecuentes de lo que se sabe, “en México se lleva poco registro, pero hay una gran cantidad de electrocutados, muchísimas personas fallecen por corto circuito por la mala coordinación de las protecciones y, en general en todos los países latinos tendemos a ser muy laxos con la seguridad.”
Afortunadamente, ahora el Código de Red y la NOM SEDE 001 2018 exige que en cada uno de los tableros se ponga la capacidad de corto circuito que hay y la capacidad interruptiva del interruptor; también establece el tipo de vestimenta que debe usar el trabajador que labore en esa área a fin de que resista las enormes temperaturas que causan quemaduras muy graves.
Para Barcón estas son algunas de las problemáticas que el Código de Red pretende eliminar, y que pone a nuestro país al día en esta materia ya que junto con Corea del Norte eran los
únicos países sin Código de Red. Estados Unidos tiene 7 códigos de red porque hay 7 sistemas eléctricos, en Chile lleva por lo menos 10 o 12 años y es sumamente estricto por la topología eléctrica del país.
Por otro lado, lamentó que más del 90 por ciento de los centros de carga han caído en manos de personajes improvisados o aprovechados, “hay abogados petroleros, hay una cantidad de licenciados que no tienen ni la más remota idea, hay que reconocer la creatividad y muchísimos ingenieros o pseudo ingenieros que ven una oportunidad para vender el Código de Red y ni siquiera están preparados, ni capacitados.”
El especialista recomendó que las empresas que contraten los servicios de un asesor “primero pidan lo que ellos quieren y necesitan, y no compren lo que les ofrecen. Nosotros con mucho gusto podemos compartir una especificación que desarrollamos, tiene cerca de 18 páginas y contiene los puntos que debe incluir un buen estudio de Código de Red y si eso lo hace cualquier empresa el cliente va a estar garantizado.” Pueden escribir a santiago.barcon@baorgg.com
Sobre los costos de un estudio para determinar los elementos que necesita una empresa para cumplir con el Código de Red, citó como ejemplo que pueden ir de los 15,000 pesos hasta 1,200,000 pesos, pero aclara que el primero es “el maestro chispitas que desconoce y quiere trabajo. Pero el de más de un millón de pesos intentar abusar.”
También reconoció que en México no están acostumbrados a pagar la ingeniería, pero además los ingenieros hemos sido pésimos para venderla, regalamos el trabajo y eso es algo que el Código de Red puede ayudar a cambiar.
“De hecho, los estudios que hemos terminado al presentarlo a los clientes, se les ve la sonrisa de satisfacción de saber que tienen una completa radiografía, yo diría que hasta una tomografía de su sistema, saben exactamente dónde están los motores, dónde están los interruptores y que si tienen problemas saben dónde y cómo corregirlos.”
En ese sentido, señaló que difícilmente los clientes conocen su propia empresa, en gran parte debido al modelo de monopolio que prevalece de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la cual se le atribuyen todas las fallas, pero en realidad son los centros de carga los que en su mayoría las generan, pero como no miden ni analizan sus instalaciones no es visible.
Agregó que con el fin de contribuir al cumplimiento del Código de Red, pero sobre todo a la seriedad de este proceso, el Instituto Energía Hoy realiza continuamente cursos de Código de Red que “incluirá la revisión gratuita de un estudio.” Esto dará certeza de que cuando entreguen a la CRE sus estudios, esto serán aceptados. Más importante, que cuando lo implementen no inviertan en equipo que sea inútil.