Ciudad de México (Redacción / Energía Hoy).- Estamos a unos días de conocer al próximo presidente de México. Campañas y debates, spots y conferencias, desde la televisión hasta el internet; las propuestas de los candidatos ya han sido presentadas, los planes de trabajo para el desarrollo de la nación han llegado a oídos de los mexicanos
En este periodo electoral, la necesidad de certidumbre sobre el futuro de México ha sido un eje fundamental. “El candidato X desestabilizará a la nación”, “las propuestas de Y no nos llevan más que al desastre”, “Todo lo que dice Z son sólo mentiras porque está metido en corrupción”.
Uno de los sectores más mencionado al respecto es el empresarial. Mucho se ha comentado sobre las decisiones que tomarán las industrias luego de conocer al presidente electo. Algunos aseguran que diversas empresas se irán del país dependiendo del resultado de las elecciones, rumores se propagan difundiendo información “de primera mano”.
Pese a ser un año crítico, 2018 luce esperanzador para la comunidad empresarial; el optimismo corre entre los pasillos del sector. De acuerdo con el último Barómetro Empresarial realizado por Oxford Business Group (OBG), alrededor del 88% de los directivos entrevistados mantiene una expectativa alta (o positiva) sobre las condiciones de negocio local a desarrollarse en el próximo año.
La encuesta realizada a CEOs de México demuestra un avance del 1% con respecto al estudio publicado a finales del 2017. Aunque mínimo, el aumento revela un aire de ilusión sobre lo que sucederá en la finalización del gobierno actual y al inicia de la siguiente administración.
Con un relevo presidencial a punto de ocurrir, diversos actores empresariales están en la búsqueda constante por poner a México de nueva cuenta ante los ojos del mundo. Para diversos expertos tal situación responde a la legislación con respecto a la mano de obra, colocándose en números competitivos.
El deseo por luchar contra la corrupción y el mejoramiento de la actual situación fiscal mantienen los números altos con respecto a las expectativas a futuro. Al llevarse a cabalidad los anteriores elementos, se espera que la desigualdad se reduzca en el país y así ocurra un progreso económico en los próximos años.
Frente a ese panorama, el futuro presidente de México deberá afrontar diferentes retos en materia económica a fin de respaldar las ideas planteadas en la encuesta antes mencionada.
Los resto para la nueva administación
En materia económica, actualmente los asuntos internos tienen relevancia equiparable con lo externo. Impulsar la industria nacional, reforzando con reformas a profundidad y proyectando hacia el exterior con comercio hacia nuevos socios en el Pacífico, manteniendo los aliados existentes.
Durante los últimos meses, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), protagoniza las mesas de debate en materia de política exterior. La continuación de las renegociaciones pone en espera cientos de acuerdos empresariales de ambos lados.
La postura de Estados Unidos frente a los demás aliados ha dificultado el manejo de los acuerdos. Resulta difícil tener resultados antes de que termine la presente administración, ante lo cual, se espera que el nuevo gobierno ponga sobre la mesa temas de relevancia entre las tres naciones.
Tomando como referencia el trabajo del OBG, la industria deberá ser el tema clave para llevar a nuevos mercados estratégicos y así desarrollar el comercio bilateral, así lo creen 41% de los encuestados, mientras que el 34% considera a la energía como eje para la relación con los vecinos del norte.
De igual forma, el 24% de los CEOs en México cree que, si Andrés Manuel López Obrados resulta electo el primero de julio, la estrategia económica del país experimentará cambios importantes, reestructurando el enfoque hacia medidas protecciones del mercado local.
Otros sectores parecen estar en riesgo para su desarrollo, no obstante, la apertura de los mercados actuales permite mantener un respaldo en caso de no contar con la participación de Estados Unidos. Así sucede con el sector automotriz, el cual se coloca como cuarto a nivel mundial en materia de exportación, teniendo al mercado asiático como alternativa para la venta.
Destaca también la importancia del sector energético para el mundo empresarial. Luego de la implementación de la reforma energética, los cambios que ha experimentado el país han sido notables, abriendo paso a cientos de empresas que han puesto interés en el mercado mexicano.
Cabe señalar la posición del 20% de los entrevistados quienes temen que las reformas estructurales impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto sufran cambios, o incluso sean canceladas, donde destaca la reforma energética ya mencionada.
Ciertamente, los precios del petróleo continúan relativamente a la baja, la transición está durando más de lo previsto, lo que ha detenido un crecimiento mayor. Los accionistas todavía están esperando los beneficios de estas reformas.
Para el interior del territorio nacional, el 27% de los encuestados considera importante tener como prioridad el desarrollo de la competencia interna, generando el escenario ideal para la participación justa de todos los interesados. Aunque representa un número llamativo, significa un descenso con respecto al informe anterior, el cual revelaba que el 30,4% de los CEOs ponían en primera instancia dicho tema.
Corrupción: el problema que debe tratarse de raíz
Es verdad que la confianza sobre el futuro de México se mantiene en las altas esferas empresariales, expectativa que se mantendrá si el próximo mandatario trabaja contra la corrupción. Según los resultados del trabajo realizado por el OBG, el 36% de los empresarios considera fundamental atacar dicho problema, sin olvidar el Estado de Derecho (19%).
Nuestro país posee uno de los índices más bajos en combate a la corrupción en el mundo. Tan sólo el 1% de los casos son castigados luego de ser denunciados; resulta fundamentada la preocupación de los empresarios por ver cambios en ese sentido. La corrupción ha sido un obstáculo para México en muchos sentidos, y ha afectado no sólo al desarrollo de la economía, sino también a la seguridad y la protección de la población.
En muchos sentidos la corrupción implica un enorme vacío económico. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) la corrupción genera pérdidas cercanas al 5% del PIB para el país, y según otras fuentes, esa cifra llega incluso al 10%.
Una vez puestas las cartas sobre la mesa, la visión para los próximos 12 meses luce alentadora. Por ello, 73% confía en el crecimiento de su empresa a tal grado de mantener una alta probabilidad de realizar una inversión de capital que ayude a la expansión de su marca.
Año electoral, momento de cambio e incertidumbre para muchos sectores. A pesar de ello, una gran mayoría de empresarios mantiene una certeza real sobre el crecimiento económico del país sin importar quién tome las riendas del país.
La decisión que tomemos los mexicanos en los comicios de julio determinará, sin lugar a dudas, un cambio importante en el devenir de la nación. Mientras tanto, los empresarios ya se preparan para continuar con el desarrollo del mercado nacional con vistas hacia el crecimiento internacional.
En este periodo electoral, la necesidad de certidumbre sobre el futuro de México ha sido un eje fundamental. “El candidato X desestabilizará a la nación”, “las propuestas de Y no nos llevan más que al desastre”, “Todo lo que dice Z son sólo mentiras porque está metido en corrupción”.
Uno de los sectores más mencionado al respecto es el empresarial. Mucho se ha comentado sobre las decisiones que tomarán las industrias luego de conocer al presidente electo. Algunos aseguran que diversas empresas se irán del país dependiendo del resultado de las elecciones, rumores se propagan difundiendo información “de primera mano”.
Pese a ser un año crítico, 2018 luce esperanzador para la comunidad empresarial; el optimismo corre entre los pasillos del sector. De acuerdo con el último Barómetro Empresarial realizado por Oxford Business Group (OBG), alrededor del 88% de los directivos entrevistados mantiene una expectativa alta (o positiva) sobre las condiciones de negocio local a desarrollarse en el próximo año.
La encuesta realizada a CEOs de México demuestra un avance del 1% con respecto al estudio publicado a finales del 2017. Aunque mínimo, el aumento revela un aire de ilusión sobre lo que sucederá en la finalización del gobierno actual y al inicia de la siguiente administración.
Con un relevo presidencial a punto de ocurrir, diversos actores empresariales están en la búsqueda constante por poner a México de nueva cuenta ante los ojos del mundo. Para diversos expertos tal situación responde a la legislación con respecto a la mano de obra, colocándose en números competitivos.
El deseo por luchar contra la corrupción y el mejoramiento de la actual situación fiscal mantienen los números altos con respecto a las expectativas a futuro. Al llevarse a cabalidad los anteriores elementos, se espera que la desigualdad se reduzca en el país y así ocurra un progreso económico en los próximos años.
Frente a ese panorama, el futuro presidente de México deberá afrontar diferentes retos en materia económica a fin de respaldar las ideas planteadas en la encuesta antes mencionada.
Los resto para la nueva administación
En materia económica, actualmente los asuntos internos tienen relevancia equiparable con lo externo. Impulsar la industria nacional, reforzando con reformas a profundidad y proyectando hacia el exterior con comercio hacia nuevos socios en el Pacífico, manteniendo los aliados existentes.
Durante los últimos meses, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), protagoniza las mesas de debate en materia de política exterior. La continuación de las renegociaciones pone en espera cientos de acuerdos empresariales de ambos lados.
La postura de Estados Unidos frente a los demás aliados ha dificultado el manejo de los acuerdos. Resulta difícil tener resultados antes de que termine la presente administración, ante lo cual, se espera que el nuevo gobierno ponga sobre la mesa temas de relevancia entre las tres naciones.
Tomando como referencia el trabajo del OBG, la industria deberá ser el tema clave para llevar a nuevos mercados estratégicos y así desarrollar el comercio bilateral, así lo creen 41% de los encuestados, mientras que el 34% considera a la energía como eje para la relación con los vecinos del norte.
De igual forma, el 24% de los CEOs en México cree que, si Andrés Manuel López Obrados resulta electo el primero de julio, la estrategia económica del país experimentará cambios importantes, reestructurando el enfoque hacia medidas protecciones del mercado local.
Otros sectores parecen estar en riesgo para su desarrollo, no obstante, la apertura de los mercados actuales permite mantener un respaldo en caso de no contar con la participación de Estados Unidos. Así sucede con el sector automotriz, el cual se coloca como cuarto a nivel mundial en materia de exportación, teniendo al mercado asiático como alternativa para la venta.
Destaca también la importancia del sector energético para el mundo empresarial. Luego de la implementación de la reforma energética, los cambios que ha experimentado el país han sido notables, abriendo paso a cientos de empresas que han puesto interés en el mercado mexicano.
Cabe señalar la posición del 20% de los entrevistados quienes temen que las reformas estructurales impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto sufran cambios, o incluso sean canceladas, donde destaca la reforma energética ya mencionada.
Ciertamente, los precios del petróleo continúan relativamente a la baja, la transición está durando más de lo previsto, lo que ha detenido un crecimiento mayor. Los accionistas todavía están esperando los beneficios de estas reformas.
Para el interior del territorio nacional, el 27% de los encuestados considera importante tener como prioridad el desarrollo de la competencia interna, generando el escenario ideal para la participación justa de todos los interesados. Aunque representa un número llamativo, significa un descenso con respecto al informe anterior, el cual revelaba que el 30,4% de los CEOs ponían en primera instancia dicho tema.
Corrupción: el problema que debe tratarse de raíz
Es verdad que la confianza sobre el futuro de México se mantiene en las altas esferas empresariales, expectativa que se mantendrá si el próximo mandatario trabaja contra la corrupción. Según los resultados del trabajo realizado por el OBG, el 36% de los empresarios considera fundamental atacar dicho problema, sin olvidar el Estado de Derecho (19%).
Nuestro país posee uno de los índices más bajos en combate a la corrupción en el mundo. Tan sólo el 1% de los casos son castigados luego de ser denunciados; resulta fundamentada la preocupación de los empresarios por ver cambios en ese sentido. La corrupción ha sido un obstáculo para México en muchos sentidos, y ha afectado no sólo al desarrollo de la economía, sino también a la seguridad y la protección de la población.
En muchos sentidos la corrupción implica un enorme vacío económico. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) la corrupción genera pérdidas cercanas al 5% del PIB para el país, y según otras fuentes, esa cifra llega incluso al 10%.
Una vez puestas las cartas sobre la mesa, la visión para los próximos 12 meses luce alentadora. Por ello, 73% confía en el crecimiento de su empresa a tal grado de mantener una alta probabilidad de realizar una inversión de capital que ayude a la expansión de su marca.
Año electoral, momento de cambio e incertidumbre para muchos sectores. A pesar de ello, una gran mayoría de empresarios mantiene una certeza real sobre el crecimiento económico del país sin importar quién tome las riendas del país.
La decisión que tomemos los mexicanos en los comicios de julio determinará, sin lugar a dudas, un cambio importante en el devenir de la nación. Mientras tanto, los empresarios ya se preparan para continuar con el desarrollo del mercado nacional con vistas hacia el crecimiento internacional.
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