El grupo Cox convocó una junta extraordinaria de accionistas para el próximo 4 de noviembre con el objetivo de aprobar la compra de los negocios de Iberdrola México por un monto de 4,200 millones de dólares, informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En caso de no alcanzarse el quórum necesario, la sesión se celebrará el día 5.
La operación incluye 15 plantas eléctricas con una capacidad combinada de 2.6 gigavatios, distribuidas entre centrales de ciclo combinado, cogeneración, eólicas y fotovoltaicas. También abarca la actividad comercial de Iberdrola México, que representa 25% del mercado de usuarios calificados, y una cartera de proyectos de generación superior a 12 gigavatios.
Según Cox, los pagos a Iberdrola se efectuarán conforme se desarrollen los proyectos. La compañía destacó que esta compra le permitirá adelantar su plan estratégico tres años, con una proyección de ventas proforma de 3,000 millones de euros y un Ebitda de 750 millones para el cierre de 2025.
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El grupo, presidido por Enrique Riquelme, considera esta operación como “transformacional” por las sinergias que genera entre los sectores de agua y energía, consolidando a México como uno de sus principales mercados. La información fue confirmada por El Economista, que destacó el alcance de la inversión como una de las más relevantes del sector energético este año.
Cox tiene previsto invertir 10,700 millones de dólares entre 2025 y 2030 en México. Este monto incluye el desarrollo de nuevos activos energéticos por más de 4,000 millones de dólares, 1,500 millones destinados a infraestructura hídrica y la creación de un polo de desarrollo industrial y social en el país.
Con esta adquisición, Iberdrola completa su salida del mercado mexicano, tras haber vendido en febrero de 2024 el 55% de su negocio por 6,200 millones de dólares. Cox, por su parte, integrará a más de 800 empleados de Iberdrola México para reforzar su presencia en el sector eléctrico nacional.
La transacción refuerza la estrategia del grupo de ampliar su posición en América Latina, combinando energía limpia, gestión del agua y sostenibilidad. De acuerdo con Riquelme, esta integración “responde a la visión de ofrecer soluciones integrales de suministro y servicios con un enfoque ambiental responsable”.
Además, Cox planea colaborar con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en nuevos proyectos de generación que fortalezcan la infraestructura energética del país. La empresa aseguró que la adquisición permitirá ofrecer energía competitiva y sostenible, alineada con los objetivos del Gobierno mexicano de impulsar la transición energética.