Organizaciones ambientales presentaron una demanda sin precedentes en México para frenar la expansión del Proyecto Saguaro GNL y, al mismo tiempo, reconocer a las ballenas como sujetos de derechos.
La acción, interpuesta por Nuestro Futuro A.C., Expresión Colectiva por la Naturaleza (ECO), BCSicletos, Conexiones Climáticas y CERCA, busca sentar un precedente histórico en la justicia ambiental del país.
Los colectivos sostienen que las autorizaciones otorgadas al proyecto son inconstitucionales, pues no incluyen una evaluación ambiental integral ni consideran los impactos acumulativos en el Golfo de California, uno de los ecosistemas marinos más biodiversos del planeta.
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¿Qué es el proyecto Saguaro?
El Proyecto Saguaro Energy plantea la reconversión de una planta de regasificación en Puerto Libertad, Sonora, en una terminal de exportación de gas natural licuado. Además, contempla la construcción de un ducto transfronterizo de más de 800 kilómetros que conectaría la Cuenca Pérmica de Texas, uno de los principales yacimientos de gas en Estados Unidos, con el Golfo de California.
De acuerdo con los promotores, Saguaro busca aprovechar la infraestructura gasera para convertir a México en un hub de exportación hacia mercados internacionales. El proyecto ha sido impulsado por autoridades estatales en Sonora, aunque todavía se encuentra en revisión a nivel federal por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La presidenta Claudia Sheinbaum y la titular de Semarnat, Alicia Bárcena, confirmaron que varias autorizaciones fueron emitidas en el sexenio anterior, pero que actualmente se está evaluando la viabilidad del proyecto. Bárcena indicó que se trabaja con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para revisar el expediente y priorizar la protección del golfo.
¿Cuáles son los riesgos ambientales del Proyecto Saguaro?
Un informe técnico de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y Energy and Environmental Research Associates (EERA) advierte sobre impactos severos en el ecosistema marino. Entre ellos, el ruido submarino de hasta 192 decibeles generado por buques metaneros, que interfiere con la comunicación y orientación de ballenas azules y rorcuales comunes.
El estudio estima que el proyecto podría generar más de 600 escalas anuales de buques, lo que eleva considerablemente el riesgo de colisiones fatales con cetáceos en rutas de migración. Además, la descarga de aguas de lastre incrementaría la posibilidad de introducir especies invasoras que afectarían la biodiversidad local.
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¿Cuáles son las exigencias de los colectivos?
Los colectivos ambientales plantearon cuatro exigencias principales:
- Revocar los permisos irregulares otorgados al proyecto.
- Exigir la evaluación de impactos acumulativos, como ruido, tráfico marítimo y descargas.
- Declarar al Golfo de California como hábitat crítico bajo la Ley General de Vida Silvestre.
- Reconocer el valor intrínseco de las ballenas y su derecho a existir.
“Las ballenas hoy reclaman su derecho a existir. Con esta demanda buscamos que su canto sea escuchado en los tribunales y que el Golfo de California se proteja frente a la expansión de la industria gasera”, afirmó Nora Cabrera, directora de Nuestro Futuro A.C.
La demanda busca abrir camino a un nuevo modelo de justicia ambiental en México, donde especies y ecosistemas puedan defenderse en tribunales por el simple hecho de existir. De prosperar, este caso sería un precedente para la justicia ecocéntrica y el derecho humano a un medio ambiente sano.
Durante el Festival por el Golfo de California, realizado en La Paz, se presentó la acción legal junto con la Carta de Guardianas y Guardianes del Golfo, abierta a la ciudadanía para sumar apoyos. “Queremos que los jueces comprendan cómo se siente ser ballena en medio del ruido permanente de los buques metaneros”, añadió Ana Laura Magaloni, de Nuestro Futuro A.C.
Posturas encontradas
Mientras organizaciones civiles fortalecen la batalla legal, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, minimizó el riesgo de afectación a las rutas migratorias de ballenas, argumentando que estas se encuentran en la costa poniente del golfo. Sin embargo, reconoció que deberán atenderse las recomendaciones que emita Semarnat.
Por ahora, el futuro del Proyecto Saguaro dependerá de las resoluciones judiciales y de la revisión federal en curso. Para los colectivos, el caso no solo busca frenar un megaproyecto, sino inaugurar un nuevo capítulo en la relación entre la justicia y la naturaleza en México.