Durante el panel “Arquitectura del Futuro: Infraestructura y Nube en la Alta Dirección”, realizado en el marco de “45 Másters de la Tecnología”, especialistas del sector corporativo y financiero advirtieron que la nube empresarial, si bien es clave para la innovación, plantea retos significativos en materia de, impacto ambiental, consumo energético y sostenibilidad.
Uno de los puntos centrales fue la preocupación por el alto gasto de energía asociado a los centros de datos que soportan servicios en la nube. Se destacó que, aunque las grandes compañías tecnológicas cuentan con economías de escala y mejores prácticas para optimizar recursos, el crecimiento de la demanda obliga a tomar decisiones más inteligentes para minimizar el impacto ambiental.
Optimización y uso responsable
Los panelistas coincidieron en que trasladar cargas de trabajo a la nube no debe hacerse de manera indiscriminada. Subrayaron que antes de migrar procesos, las empresas deben conocer a fondo sus cargas y patrones de uso para evitar ineficiencias que deriven en mayor consumo eléctrico.
Asimismo, plantearon que la nube permite aprovechar capacidades de infraestructura que, en entornos privados, requerirían inversiones mucho más altas en energía y refrigeración. Sin embargo, para que este beneficio sea real, es necesario diseñar arquitecturas que aprovechen la elasticidad de la nube y ajusten recursos según la demanda.
Recomendaciones para una nube más verde
Entre las sugerencias para avanzar hacia una nube empresarial más sostenible y con menor impacto ambiental se incluyeron:
- Priorizar proveedores que cuenten con certificaciones y compromisos de energía renovable.
- Implementar métricas de eficiencia energética y huella de carbono para evaluar el uso de servicios.
- Optimizar aplicaciones y procesos antes de su migración, evitando cargas innecesarias.
Los participantes enfatizaron que la nube no solo debe verse como una herramienta para reducir costos. Por el contrario, es una oportunidad para innovar en eficiencia y resiliencia.
En este sentido, la planificación y la gestión del consumo energético son esenciales para que la infraestructura tecnológica contribuya a los objetivos de sustentabilidad corporativa.