En lo más fuerte del confinamiento de primavera, las emisiones de CO2 de fósiles inclusive cayeron en un 17% en comparación con 2019
Las emisiones de CO2 provenientes de fósiles registraron una disminución récord del 7% en 2020 por las medidas de confinamiento aplicadas contra la epidemia de COVID-19, según el balance anual del Proyecto Global de Carbono (GCP).
Este informe analiza las emisiones anuales de CO2 de origen fósil y su persistencia en la atmósfera, responsables del cambio climático y sus consecuencias catastróficas; por lo regular publicado en la conferencia de la ONU sobre el clima (COP).
Este año, su publicación ocurre en un contexto particular, pues la 26º Reunión COP prevista en Glasgow se aplazó un año. Una cumbre en línea se llevará a cabo el sábado entre varios jefes de Estado para celebrar el quinto aniversario del Acuerdo de París.
Sus resultados son también inéditos, con una baja estimada en el 7% de las emisiones mundiales de CO2 fósiles en el año, o sea 2 mil 400 millones de toneladas. En lo más fuerte del confinamiento de primavera, inclusive cayeron en un 17% en comparación con 2019.
Nunca antes había sido observada una disminución de tal magnitud, según un comunicado de prensa. En las anteriores crisis mundiales (1945, 1981, 1992, 2009), nunca superaron 900 mil toneladas.
“La disminución de las emisiones en 2020 parecen más pronunciadas en Estados Unidos (-12%), en la UE-27 (-11%) y en India (-9%) y menos en China (-1.7%),(…) donde las medidas de restricción fueron tomadas a inicios del año y fueron más limitadas en el tiempo”, según el comunicado.
En China, las emisiones aumentaron en 2% en 2018. “Si no hubiera habido COVID-19, este crecimiento continuaría probablemente”, indicó en una videoconferencia Philippe Ciais, investigador del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente.
Aumento esperado en 2021
Por sector, las reducciones de emisiones de CO2 fueron mayores en los transportes de superficie, que representan 21% de las emisiones mundiales. Según el comunicado, éstas se redujeron a la mitad en los países con mayor confinamiento.
Las de la aviación se desplomaron en 75% y solo representan el 2.8% de las emisiones mundiales, pero no cesan de crecer. Las emisiones de la industria (22% de las emisiones mundiales) “fueron reducidas en 30% en los países con confinamiento más estricto”.
Sobre un periodo de tiempo más largo, “el crecimiento de las emisiones mundiales fue de 0.9% por año en promedio entre 2010 y 2019”, luego de 3% anual entre 2000 y 2009.
Por lo tanto, eso no es suficiente para reducir el efecto invernadero y sus impactos, pues las emisiones de CO2 siguen a nivel elevado.
Además, su disminución relacionada con la crisis del COVID-19 debería ser de corta duración. En China, “las emisiones volvieron a tener en abril el nivel anterior”, indicó Philippe Ciais. “Se puede esperar que haya un aumento en 2021”, agregó.
“Es una disminución temporal. El medio para atenuar el cambio climático no es cesar las actividades sino acelerar la transición hacia energías de bajo carbono”, insiste el investigador.
Además, la disminución de las emisiones de CO2 no lleva a una reducción de la concentración de CO2 en la atmósfera, señala. Se multiplicó por cerca de 1.5 entre 1750 y 2019 para alcanzar 410 ppm.
“El gran asunto es saber si las inversiones relacionadas con la recuperación económica posibilitarán crear una verdadero aumento en las energías de bajo carbono y una reducción visible de las emisiones”, indicó Philippe Ciais.
*Con información de Agence France-Presse (AFP)