La agencia disminuyó sus proyecciones de la demanda de crudo en 0.6 millones de barriles diarios para el cuarto trimestre de 2020
De acuerdo al informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda global de petróleo de 2020 caerá a los niveles registrados en 2013, derivado de la crisis sanitaria de COVID-19. Con respecto a 2019, habrá un descenso de 8.4 millones de barriles diarios, situación que resultará en una débil recuperación para el año entrante.
La información de la AIE señala una caída anual por el 8.4%, panorama que difícilmente mejorará perspectivas ante la incertidumbre que impera en el mundo. A pesar del ligero avance en naciones como Japón y Estados Unidos en la contención de la epidemia, en Europa se dan nuevos confinamientos debido al rebrote del virus.
La agencia disminuyó sus proyecciones de la demanda de crudo en 0.6 millones de barriles diarios para el cuarto trimestre de 2020. Ciertamente la demanda se aceleró a partir de abril, subiendo hasta los 6.8 millones de barriles en junio, a causa de un incremento en la demanda de gasolina, cuando los países salían de los confinamientos.
No obstante, el excedente de barriles sin vender durante septiembre provocó una nueva caída en los precios del petróleo. A finales de agosto, el precio del Brent fue de 46.16 dólares por barril; hoy la prospección es de 40 dólares.
La AIE pronostica una desaceleración en la recuperación del sector de hidrocarburos para lo que resta del año. Situación que puede agravarse aún más ante una posible segunda ola de COVID-19 en el mundo.