Escrito por: Eficiencia energética, EH 360°

¿Cómo reduzco mi consumo eléctrico? Guía en eficiencia energética

consumo

El consumo eléctrico durante la pandemia se incrementó en un 80% en los hogares del país, de acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad

La contingencia sanitaria derivada de la crisis de COVID-19 ha provocado un aumento en el consumo de electricidad en los hogares de México. El hecho de permanecer más tiempo en casa repercute directamente en el recibo de luz a pagar por los usuarios; sin mencionar que en muchos casos la modalidad home office magnifica el consumo.

En este sentido, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) señala que el energético generalmente es empleado para cubrir 4 temas del día a día de las personas:

Seguridad (alumbramiento interior y exterior), alimentación (refrigeradores, hornos eléctricos), higiene (suministro de agua potable, lavadoras, planchas), y confort (televisores, consolas de videojuegos, aire acondicionado, calefacción, computadoras).

En cuanto a confort se refiere, previo a la pandemia, este rubro representó un 15% de la facturación total del consumo eléctrico; sin embargo, de acuerdo con la CFE, este se incrementó hasta en un 80% durante 2020. Aun cuando la comisión señaló que no habría aumento en la tarifa eléctrica, vía un acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para no emplear la tarifa de alto consumo (DAC) durante la contingencia; hubo usuarios que sí reportaron incrementos de hasta el 300% en sus recibos de luz.

Por tanto, a continuación, presentamos recomendaciones para ahorrar consumo de energía eléctrica en los hogares.

Comprobación de la instalación eléctrica

De inicio, se debe considerar tener una adecuada instalación eléctrica en casa u oficina, para tener certeza de no se den fugas de corriente o mediciones incorrectas en medidor. Para ello, es recomendable contar con la asistencia de un técnico especializado. No queremos provocar un corto circuito que afecte al vecino, ¿cierto?…

Técnicas en iluminación

Otra recomendación que se vuelve clave para el ahorro de electricidad es la sustitución de focos convencionales por los llamados ahorradores, los LED; puesto que estos últimos consumen un 75% menos de energía que los primeros y alumbran con igual intensidad. Además, tienen una durabilidad mayor (10 veces) en su consumo.

Una vez que se cuentan con focos y lámparas LED, es importante limpiarlos ocasionalmente, para evitar que el polvo acumulado en estos impida una correcta iluminación. Asimismo, es sugerible disponer con techos y paredes en tonos claros, puesto que así la luz se refleja más en interiores.

Por otra parte, se debe de maximizar el aprovechamiento de luz natural para el mayor número de actividades durante el día; manteniendo abiertas persianas y cortinas en lo posible. Al respecto, una estrategia para lograrlo es mediante un listado de las labores que pueden efectuarse durante el día.

Clima en interiores

Si lo que se desea es un mayor ahorro de electricidad sin sacrificar el confort, hay varias acciones que contribuyen a ello. Para refrescar las estancias, basta con abrir ventanas y demás accesos para ventilar cada espacio. En caso contrario, si lo que se prefiere es conservar al calor, entonces se deben asegurar puertas y ventanas para no permitir corrientes de aire en épocas de frío.

De esta manera el sistema de climatización que consume mucha energía no será utilizado en todo momento; salvo en Monterrey, en donde a veces ni una nube aparece para dar sombra. Considere abanicos en lugar de ventiladores.

Cabe señalar que los sistemas de clima requieren de una revisión periódica para garantizar un correcto funcionamiento, más aún cuando estos alcancen la década de servicio, en cuyo casos e recomienda adquirir uno nuevo. El termostato siempre debe de ajustarse para que no trabaje a máxima capacidad el aire acondicionado 24/7, por ejemplo.

Si se planea la adquisición de un sistema de clima, se recomienda buscar el sello FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica) en estos.

Manejo de alimentos

Los electrodomésticos destinados a los alimentos generalmente consumen bastante energía, sobre todo aquellos que se usan con mayor regularidad, como el refrigerador o los hornos eléctricos.

Por ende, se recomienda revisar cada aspecto de los mismos, desde su correcto funcionamiento hasta el emplazamiento al interior del hogar. El refrigerador debe ubicarse en lugares amplios en donde la ventilación sea constante; separado de paredes y apartado de otras fuentes de calor, como lo son otros aparatos eléctricos e inclusive los rayos del Sol.

La puerta del refrigerador debe mantenerse cerrada todo el tiempo que no se esté usando, por lo que se debe confirmar el estado de los sellos de cierre. La manera más fácil de comprobarlos es mediante la colocación de una hoja al momento de cerrar la puerta del refrigerador; si la hoja no se mantiene inmóvil, será momento de sustituir los sellos de cierre.

Un refrigerador con más de 8 años de uso debe de cambiarse por uno nuevo que esté certificado bajo estándares de eficiencia energética.

Para el tema de hornos, tostadoras y licuadoras, la limpieza es primordial para garantizar el correcto funcionamiento de estos aparatos; ya que los restos de comida pueden reducir la capacidad de los mismos.

En el caso de los hornos, que consumen mucha energía, se recomienda conectarlos separadamente de otros aparatos, para evitar falsos en los multicontactos; además de revisar las instrucciones de uso para sacar el mejor provecho en su utilización. Las aspas en las licuadoras deben verificarse con regularidad para estimar un posible reemplazo.

Higiene

Hoy, el uso de lavadoras de ropa está generalizado en todo el mundo, por lo que también habrá que prestar atención en este apartado. Debe verificarse la capacidad de carga máxima de cada lavadora a emplear, porque si se introducen más prendas de lo permitido, existe el riesgo de forzar el motor y además la ropa será mal lavada; en contraparte, si se coloca menos ropa del máximo establecido, se gastará innecesariamente una mayor cantidad de corriente eléctrica y de agua.

Así también se debe usar la cantidad propicia de detergente, porque el exceso de este ocasionará la marcha forzada del motor. Al momento de planchar ropa, se recomienda hacerlo durante el día y de forma programada, iniciando con la ropa que requiere menos calor, para dar tiempo para que el aparato se caliente. Para finalizar con el planchado, se puede desenchufar el aparato de la corriente para aprovechar el calor restante con las últimas prendas.

También se debe graduar el termostato de la plancha de acuerdo al tipo de tela.

Igualmente se debe comprobar el óptimo funcionamiento en aspiradoras, en donde las mangueras de succión estén en buenas condiciones. Del mismo modo se debe procurar el correcto uso de las boquillas con base en la superficie que se desee aspirar.

Aparatos audiovisuales

El uso responsable de los vinculados a la comunicación y el entretenimiento como las computadoras, radios, televisores y pantallas; se traducirá en un ahorro palpable de la electricidad en el hogar. Estos deben permanecer apagados durante todo el tiempo que no se utilicen. En el caso del televisor o la radio, este puede reunir a la familia si el contenido a visualizar es del interés de todos.

Por otra parte, es muy común dejar enchufados a la corriente los cargadores de aparatos móviles como celulares o tabletas, incluso laps. No obstante, al dejar el cargador conectado, la energía sigue consumiéndose aun cuando no se esté cargando el dispositivo.

Estas son algunas adecuaciones que pueden implementarse de manera sencilla en el hogar, para permitir la eficiencia energética y procurar el bolsillo del consumidor.

Con información del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica.

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