Escrito por: Electricidad, Gas, Petróleo

Política energética afecta a toda la matriz energética; importación de gas natural sería regulado


Ciudad de México (Iliana Chávez / Juan Carlos Chávez / Energía Hoy).- El Acuerdo de política energética emitido recientemente por la Secretaría de Energía (Sener) podría buscar la regulación de las importaciones de gas natural, sin contar que ha preferido el combustóleo a pesar de no solo ser más limpio y barato, sino ser un gran negocio para el país, señaló Lourdes Melgar Palacios, investigadora afiliada al Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Durante el webinar “Transición energética en México: avances y retrocesos de la política energética nacional” Implicaciones del Acuerdo de CENACE y nueva política de confiabilidad de SENER, la también exsubsecretaria de Hidrocarburos y de Electricidad de la Sener, indicó que de pretender regular las importaciones, afectaría no solamente a la industria eléctrica sino también a la industria en general afectando la competitividad de la economía mexicana.

Expuso que el acuerdo de Sener emitido el 15 de mayo pasado es el último de una serie de decisiones que ha venido tomando el gobierno de México, “casi casi desde antes de tomar posesión, que han ido minando no solo el mercado eléctrico sino también la transición energética en México al ir dañando todos los instrumentos que se fueron creando para conciliar la seguridad energética con la obligación de mitigar del cambio climático y tener una política que facilitara la entrada de energías limpias y permitiera a México reducir emisiones.”

Dicho acuerdo va muchísimo más lejos que el del Centro Nacional de Control de la Energía (Cenace) porque “supedita el despacho eléctrico a la seguridad del despacho, y lo que hace es romper con el mercado eléctrico y establece una gran discrecionalidad donde el Cenace pierde su independencia y ahora debe recibir instrucciones para despachar la energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).”

“Lo que hay detrás de todo esto, es despachar, quemar el combustóleo que tiene Pemex que no tiene dónde ponerlo y lo quieren volver a quemar en plantas obsoletas de la CFE, lo que tiene varias implicaciones desde el punto de vista de emisiones que sin duda las vamos a ver crecer de una manera importantísima y también nos quita la oportunidad de consumir energía más limpia y más barata.”

Destacó que los argumentos técnicos del documento, muestra un sometimiento de los técnicos a “una visión de la CFE que viene de los años 90’s donde siguen hablando de la intermitencia de las renovables y de las armónicas y este tipo de conceptos que hoy en día ya están muy superados por la tecnología.”

“El Acuerdo de la Sener no afecta solamente a las renovables sino también a los ciclos combinados, es decir, la generación con gas natural, que si bien es un combustible fósil, es muchísimo más limpio y barato que el combustóleo, porque casi nos lo regalan para que lo traigamos a México y se ha invertido en gasoductos, la CFE está echando de lado el gran negocio que tiene de los gasoductos y de la importación de gas natural.”

En ese sentido, alertó “que también se deja entrever que la Sener podría regular las importaciones de gas natural, lo que afectaría no solamente a la industria eléctrica sino también a la industria en general afectando la competitividad de la economía mexicana, tanto por el lado de los costos de energía eléctrica como por el lado de la industria.”

También tiene implicaciones para la generación distribuida, un tema que no solo afectaría a todas las personas que pudieran tener sus paneles solares en sus hogares, sino también a las comunidades rurales lejanas que es la única fuente de energía que pueden tener.

En materia de transición energética, dijo Melgar Palacios, el problema no es de generación ya que de alguna forma sobra, lo que hace falta es inversión en transmisión y distribución que son obligaciones que tiene el Estado Mexicano a través de la CFE y que no las han llevado a cabo. También se reduce esa posibilidad de alcanzar esas metas, pero, además, a futuro no habrá forma de cumplir con nuestros compromisos al 2030 y al 2050. 

Y un punto más importante, en medio de esta pandemia en todo el mundo se está discutiendo lo que se está llamando el Gran Acuerdo Verde (The Green New Deal), todos los recursos que los gobiernos están dando, se está pidiendo que se condiciones a la transición energética. 

En este contexto, “México perdería la gran oportunidad de ser un líder en el mundo y el país que pueda atraer inversiones para producir insumos, es decir, un tema de contenido nacional y de generación de empleos que no se está viendo, que es la oportunidad de atraer recursos para producir paneles solares, parte eólicas en México.”

“También hay que reconocer que Sener no está haciendo política, sino que está tratando de legislar arropándose y tomando atribuciones que le corresponden al Poder Legislativo, y al parecer quieren regresar al mundo del monopolio que ya lo conocemos muy bien, que fue un mundo de energía cara, sucia, que afecta fuertemente a salud y que eventualmente nos lleva a los apagones cuando volvamos a crecer.”

Por su parte, Casiopea Ramírez Melgar, partner Fresh Energy Consulting, comentó que la capacidad de inversión de CFE es limitada, ente que desde hace mucho tiempo no tiene el alcance para cubrir la demanda energética de todo el país, particularmente de aquellos usuarios intensivos de energía, que es justamente por lo cual se han buscado alternativas de energía más asequible parta mantener cierto nivel de vida en los usuarios domésticos, y también un cierto nivel de producción, que mantenga la competitividad de productos y servicios de la nación.

La también experta en regulación y mercado eléctrico, hizo hincapié en que la demanda de electricidad continuará en aumento. Comentó que desde antes de la crisis, en México se tenía una demanda que iba del 3 al 5 %, un ritmo acelerado y además, recalcó que las inversiones en el sector energético no se realizan de un día para otro, puesto que requieren mínimamente de un año o un año y medio, hablando solo de proyectos de generación, más el acompañamiento de transmisión, uno de los grandes cuellos de botella.

El hecho de limitar el acceso a tener alternativas que permitan cubrir esos requerimientos de energía para el país, es el principal impacto. “Claro que para los proyectos que estaban en desarrollo hay un impacto muy relevante, que te cambien las reglas del juego a la mitad del partido, porque las inversiones se conciben con ciertas reglas, tanto de diseño técnico con un Código de Red y un Manual de Interconexión; pero también se tienen reglas sobre el cómo solicitar los permisos, y hoy se está cambiando todo. Con esta política de confiabilidad, el gobierno tiene la discrecionalidad de decidir quién, cuándo y cómo se conecta, a partir de criterios que no están establecidos claramente, ni puestos a disposición de todos los interesados”.

Argumentó que la mayor parte de inversionistas forman un pull de decisiones, quienes al ver que no pueden implementar sus proyectos en México, buscarán otras alternativas para dar salida a ese capital, asegurando que el agravio en esa toma de decisiones es para los mexicanos.

También consideró que estos acuerdos complican las condiciones no solo para los nuevos proyectos, sino también para los que están ya en operación. “No es solo un tema de renovables, pues toda la generación que no sea de CFE se verá afectada”.

Destacó la definición de los proyectos estratégicos dentro de la Política de Confiabilidad, en donde pueden ir por encima de cualquier otro, quitándole a las empresas la incertidumbre que tenían bajo el marco regulatorio vigente que dictaba ‘primero en tiempo, primero en derecho’, situación que hoy ya no existe dado estos acuerdos: 

“Cualquiera puede llegar y meterse en la fila y además puede ser evaluado con condiciones completamente diferentes y diseñadas de manera particular, lo que es completamente anticompetitivo y antidemocrático”.

En cuanto al periodo de moratoria de 18 meses para los proyectos casi listos a entrar en operación o que incluso ya tenían asegurado sus derechos de interconexión, “con todos estos cambios, se va a entrar en un limbo de la inversión”.

Subrayó la importancia de los beneficios de la inversión del sector privado en los proyectos del sector energético, en donde se ha propiciado un desarrollo económico y también social. “En primer lugar, el beneficio es que hemos tenido una fuente alterna de financiamiento que nos ha permitido mantener las inversiones necesarias para atender a la demanda. Desafortunadamente el presupuesto y la capacidad de inversión y de ejecución de CFE no es suficiente como para atender toda la demanda del país. Ese es el primer beneficio que se tiene que ver.”

“Es innegable que CFE tiene una posición preponderante en el suministro y en la garantía de energía para todos los consumidores. Sin embargo, CFE no puede estar en todos lados, es por eso que los privados han tenido un gran rol desde los 90’s en ir invirtiendo y en llenar esos huecos que CFE no ha sido capaz de gestionar”.

También destacó la inversión del sector privado transmisión, puesto que se han realizado trayectos de red completamente nuevos con inversión privada para habilitar la interconexión de distintos proyectos, beneficios finales para la CFE y para todos los usuarios, porque se transfieren todos los activos y no se los quedan los privados.

En el tema social, comentó que el sector energético es el único que tiene lineamientos de participación de evaluación social. En sintonía con los proyectos, se han realizado programas sociales, de salud, en hospitales, en universidades, y todo eso es financiado con inversión privada.  

También está la creación de cadenas de valor para la integración no solo de mano de obra, sino de productos mexicanos. Un ejemplo con los proyectos eólicos en el Itsmo, ha sido la creación de infraestructura, no había hoteles, ni restaurantes, ni siquiera calles pavimentadas en muchos lugares, y dada la inversión, hoy es un sitio totalmente diferente gracias a la derrama económica generada por los parques eólicos.

“Mi reflexión es que el derecho a la salud no debería de ser ideológico, que el derecho a un medio ambiente sano no tiene que ver con el partido en turno, pues es un derecho que tenemos y que debemos garantizarlo no solo para nosotros sino para generaciones futuras. El derecho a tener energía, un suministro eléctrico limpio, confiable y asequible y el que no tengamos que sacrificar otro tipo de servicios por estar subsidiando a empresas ineficientes es un derecho de todos los mexicanos…además, estamos viendo una clara vulneración del estado de derecho en todos los aspectos. Si dejamos pasar esto, quiere decir que reconocemos que esté bien que no se respeten las reglas para absolutamente nada. Hay que involucrarnos como consumidores de energía, como ciudadanos, como seres humanos. Esto es más grande que solo prohibir que se interconecten una o dos empresas”.

 

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