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Inversión en Pemex es insuficiente; urge mayor inversión privada o reforma fiscal


Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- Si el gobierno federal no permite la inversión privada en la industria petrolera o no realiza una reforma fiscal para obtener ingresos que pueda inyectarle a las Empresas Productivas del Estado (EPE’s), ambas seguirán estancandas e inclusive su situación podría empeorar, advirtió Luis Hernández Arámburo, director de la Especialidad en Administración Energética en EGADE Business School del ITESM. Indicó que si bien la situación aún no es grave, las calificadoras internacionales están dando una señal para que el gobierno tome acciones en el asunto.
En entrevista con Energía Hoy indicó que la baja en las calificaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del soberano, son una señal de que “no se ve cómo se articula todo lo que el gobierno quiere hacer con todas las necesidades”, pero todavía la calificación es triple B+ (BBB+) y se tienen fortalezas inherentes de CFE y Pemex, por lo cual no hay que caer en ser alarmistas. “Está baja de calificación todavía no nos pone en el borde del precipicio, es una señal amarilla.”
Explicó que en el caso de Pemex, la señal es de que los requerimientos financieros de las EPE’s y particularmente Pemex, son mucho más altos de los disponibles de forma interna. “Se estima que Pemex debería estar invirtiendo en Capex aproximadamente 20 mil millones de dólares cada año, el presupuesto actual es de Capex es d 7.8 mil millones, hay una brecha importante para cubrir entre lo ideal y lo que se tiene programado”.
“El gobierno sabe que no va a ser suficiente para revertir la caída de la producción de Pemex y, en la medida en no pueda producir tiene menos ingresos y eso va a poner en ciertas dificultades a la empresa”, y aunque sale a decir ‘bueno no se preocupen, el gobierno Federal en su totalidad va a avalar la deuda de Pemex’, eso a su vez trae la pregunta de las calificadoras qué están haciendo, ya no están viendo la calificación de Pemex y de CFE, lo que están analizando ahora es la capacidad de crédito del gobierno mexicano.”
Ahora, el gobierno mexicano hizo algunos ejercicios para reducir el gasto público y la planta del personal, pero en general lo que se necesitaría son recursos y para eso es preciso hacer una reforma fiscal y como no se ve en el horizonte de corto plazo seguimos dependiendo del IVA, del Impuesto Sobre la Renta.
Estos impuestos dependen mucho del ciclo económico y en este momento la economía mexicana se está desacelerando, y tampoco “se ve muy clara la estrategia de parte del gobierno mexicano, sobre cómo se van a generar ingresos para apoyar a Pemex y a la CFE”, porque lo que ha anunciado hasta ahora es insuficiente.
La coyuntura es que Pemex necesita una inversión muy fuerte, y además toda la parte de la co-inversión con empresas privadas se ha detenido, si no hay inversión la producción y los ingresos de Pemex van a seguir cayendo, comentó el director de la Especialidad en Administración Energética.
Se han anunciado algunos descubrimientos nuevos, los resultados de las rondas anteriores y se espera que en unos años va a poder repuntar la producción, pero para eso te faltan de tres a cinco años para empezar a ver resultados, esa es la disyuntiva en la que estamos.
Las calificadoras le están diciendo al gobierno federal: tus cuentas no dan, lo que se necesita es invertir y donde tú vas a generar ingresos no cuadran. Además, por una parte están parando todas las co-inversiones con el sector privado, reducción de gasto, el combate a la corrupción pues es una estrategia que suena bien, pero es un riesgo alto de ejecución y tampoco es sostenible estar reduciendo el gasto público de manera constante.
Mayor inversión de privado o Reforma Fiscal
El director de la Especialidad en Administración Energética, expuso que el gobierno mexicano va hacer una de dos cosas: entrarle a una reforma fiscal que de verdad moldee la base gravable, porque estamos por abajo de OCDE en niveles de recaudación, o bien desarrollar un mecanismo de co-inversión con el sector privado.
“El final del camino es muy claro, o hay mayor inversión privada o el gobierno recauda una mayor cantidad de recursos, vía una reforma fiscal más eficaz, más profunda. Y el resultado por no irse por una inversión privada o hacer una reforma fiscal es que Pemex va a seguir estancado, CFE va a seguir estancado y en el caso particular de Pemex me parece más grave porque la producción de petróleo está cayendo.”
El especialista alertó que incluso “la situación si no hay un remedio sería negativo, porque la infraestructura de energía, por ejemplo, en las plantas de CFE tienen una antigüedad promedio de 20 años, hay que hacer nuevas inversiones, en el caso de Pemex la producción sigue cayendo y si no haces nada pues también van a empeorar. Ese es el mensaje número uno” de las Agencias que bajaron calificaciones.
Sin embargo, destacó una parte positiva: “si te vas a los fundamentos de Pemex nuevamente te encuentras con una empresa con un alto potencial de reservas, un costo bajo de producción y entonces no es como que realmente sea una empresa que no tenga los recursos para poder ser rentable, hay que tener ese contexto muy claro.”
Además, a nivel del gobierno federal tenemos una calificación negativa, pero sigue siendo triple B más (BBB+), entonces todavía no se está perdiendo el grado de inversión, con todo y los pendientes que tiene la verdad es que aún “hay un margen de maniobra porque todavía no estamos al borde de perder el grado de inversión”, “entonces si las cuestiones alinearan no estamos en una situación pérdida.”
Se trata de una cuestión de “eficiencia y de productividad”, el potencial de Pemex es muy grandes, no es que esté quebrado ni CFE, ambas empresas tienen gran cantidad de recursos, una base de clientes muy importantes y una experiencia de su personal, no son “elefantes blancos y si no tienen sentido ya ciérralo o regálalo”, tienen un muy buen potencial para darle la vuelta a la situación.
“Lo único que necesitan son inversiones y la señal es dónde está el plan del sector público, de la administración para poder materializarse esas inversiones.”
Lo malo y lo bueno
A este panorama se agrega la incertidumbre de las señales (adversas) del gobierno federal, que ha generado incertidumbre, lo que va a hacer que el costo financiero de Pemex o de CFE se incremente. Antes, Pemex pagaba 125 puntos coma base sobre el gobierno federal, ahora ese diferencial está aproximadamente en 250 punto coma base, si va a haber un mayor costo en el financiamiento y un impacto mayor en que la base de inversionistas por toda esta incertidumbre se reduzca. De ahí que el costo de inversión, el apetito de inversionistas extranjeros se ve mal.
También recordemos la visita que hicieron funcionarios de Pemex con inversionistas extranjeros donde la respuesta tampoco fue favorable. “Hay un problema y estas señales no se están transmitiendo bien al mercado y eso sí está ocasionando costos más altos y seguramente una reducción en el apetito de invertir a Pemex.”
A la administración actual le ha faltado definir cuál es su estrategia, se espera que salgan pronto los planes, y esperaríamos a ver el resultado concreto de algunas estrategias como la del huachicoleo; y ciertos pronunciamientos más claros sobre los planes de desarrollo de energía; y clarificaciones en el tema de energía renovable, las subastas, y los proyectos de interconexión.
En la parte de hidrocarburos, esperaríamos una mejor definición de qué va pasar con la famosa refinería, porque realmente en términos de rentabilidad es mucho más rentable para Pemex invertir sus recursos, ya de por sí son limitados, en exploración y producción, además de que los costos de una refinería pueden ser importantes y todavía no queda muy claro esa inversión como se va a realizar.
Por el lado positivo, hay dos elementos a destacar: el respaldo y la consulta favorable que recientemente se hizo en la planta termoeléctrica de Morelos, muestra una disposición de la administración actual, de meterse a resolver algunos de los problemas agudos que se están presentando en el sector de energía, uno de esos son los problemas de los ductos y de las comunidades, esta es -en el corto plazo- una buena señal.
También podría ser una buena señal el hecho de que sea mitigado la confrontación entre la Comisión Reguladora de Energía y su titular, con el Presidente, si bien el resultado todavía no es muy favorable o como hubiéramos querido esperar, por lo menos hay una demostración del gobierno de tener cierto respeto por la autonomía de ciertas instituciones.
Alertó que se continuar en las mismas condiciones de indefinición, incertidumbre y de no hacer nada más, empezaría una desaceleración económica, reflejado en menor empleo y una mayor tensión en términos sociales, de estancamiento en el crecimiento, y de desencantamiento.
“Ya se habían hecho reformas energéticas difíciles, eso había levantado las expectativas del país, luego la nueva administración también levanto expectativas en cuanto a una mejor planificación, diríamos un impacto social más equitativo.”
Finalmente, Hernández Arámburo, sostuvo que se necesita “llegar a un consenso entre esta parte financiera de las inversiones para promover el empleo, y esta política más enfocada al sector social de la nueva administración, ahorita todavía hay una distancia importante entre esos dos objetivos.”

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